Los primeros seis aviones militares chinos K-8 adquiridos por el gobierno de Chávez para el entrenamiento de sus tropas fueron estrenados el pasado sábado por las Fuerzas Armadas del país en un acto oficial al que asistió el propio presidente en la base militar Vicente Landeta Gil.

Los aviones, que forman parte de un lote de 18, cuentan con bombas livianas, misiles aire-tierra, cohetes y ametralladoras, además de poseer una autonomía de tres horas de vuelo. Por otro lado, Chávez ya ha anunciado que su gobierno tiene previsto comprar a China un total de 40 aviones, y también una red de radares.

Desde que Estados Unidos, que es el primer exportador de armamento del mundo, decretara en 2006 un embargo de armas al país latinoamericano, el gobierno de Chávez ha adquirido equipos militares a otros países, sobretodo a China y a Rusia, que se mantiene como segundo exportador mundial y a quien Venezuela ha comprado 50 helicópteros, 24 cazas Sukhoi-30, y unos 100.000 fusiles de asalto Kalashnikov.

En total, se calcula que desde 2006, Venezuela ha destinado a la compra de armamento al menos 4.000 millones de dólares. Un informe reciente del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) que analiza la compraventa de armas en todo el mundo en el periodo 2006-2009, sitúa a Venezuela como mayor importador de armamento de América Latina en 2007, siendo sustituida en esa posición por Chile en el siguiente periodo.

Además de para el entrenamiento de los pilotos, se ha informado de que los aviones también tratarán de interceptar cargamentos de droga provenientes de Colombia. El jefe de la Armada venezolana indicó además, en el acto de ayer, que estas nuevas adquisiciones están destinadas a “defender la soberanía de esta tierra sagrada y de esta revolución”, así como las riquezas del país.