(Traducción de un comentario de Li Yeming. El autor trabaja en el sector educativo y de ciencias tecnológicas)
"No hacer el mal" es el lema de Google. Es respetable para una empresa sostener ese tipo de valores.
Pero el espectáculo que Google ha estado ofreciendo últimamente me ha proporcionado un conocimiento más profundo de esta proclama. "No hacer el mal" es, definitivamente, algo bueno. Pero, ¿qué es malo y qué es bueno? Esto es, en esencia, un juicio de valor y tiene mucho que ver con puntos de vista e intereses.
Google ha desafiado al gobierno chino. Los medios de comunicación occidentales han mostrado una visión parcial del tema. Algunos comentaristas han aclamado a Google como un modelo del “bien”. Desgraciadamente, no soy suficientemente inteligente para entender esto.
A Google le ha salido el tiro por la culata en las disputas de derechos de autor
Hace unos meses, recibí un correo electrónico de la Asociación de Escritores de Singapur informándome de la denuncia de la Asociación de Escritores Chinos (CWA) contra Google por violación de derechos de autor. Como miembro de la Asociación de Escritores de Singapur y fundador de una pagina Web sobre literatura china, la noticia atrajo mi atención.
Con el objetivo de crear la mayor biblioteca en línea del mundo, Google escaneó una gran cantidad de libros y los puso a disponibilidad de los internautas en su buscador. Miles de libros de autores chinos estaban incluidos entre ellos, y en ningún caso se había pedido la autorización de los autores para su copia y difusión. Como consecuencia, un grupo de escritores chinos acusó a la empresa de violación de sus derechos de autor a través de la CWA y la Sociedad de Derechos de Autor de Trabajos Escritos de China (CWWCS).
Después de las negociaciones y un largo periodo de espera, la CWA dio un ultimátum a Google el pasado mes de noviembre, urgiendo a la compañía a dar una lista de las obras de autores chinos que había escaneado y enviarla junto a una propuesta de acuerdo que incluyera una compensación económica en el plazo de un mes.
Mientras tanto, la escritora china Mian Mian acusaba de manera individual a Google por violación de sus derechos de autor en los tribunales a finales del pasado año, convirtiéndose en la primera escritora china en hacerlo. Google pidió entonces disculpas por haber escaneado su novela “Amante de ácido hidroclorídrico” sin su permiso, y pagó 61.000 yuan (8.900 dólares USA) en compensación.
Algunos creen que comparado con las reivindicaciones en grupo de CWA, la lucha individual de Mian Mian es incluso peor para Google. La CWA representa únicamente a 2.600 de los 8.000 escritores cuyos trabajos han sido escaneados. Si solo un uno por ciento de estos escritores decidiera seguir el camino que ha marcado Mian Mian, Google no podría hacer nada más en China en los próximos años que resolver disputas por infringir derechos de autor.
La piratería de los derechos de autor: ¿bueno o malo?
El 9 de este mes, cuatro días antes de que amenazara con dejar el mercado chino, Google dio una respuesta al ultimátum de la CWA pidiendo disculpas a los escritores chinos. A pesar de ello, esta acción no fue vista como positiva por los escritores, ya que la empresa no admitió haber cometido ningún error ni asumió ninguna responsabilidad sobre el hecho. A pesar de que Google expresó su esperanza de alcanzar una solución satisfactoria a las disputas con los escritores chinos en negociaciones posteriores, estos consideraron sin embargo que esta disculpa no era sincera, y que era tan sólo una pequeña concesión para evitar que se llevaran más casos a los tribunales.
Respecto a este asunto, considero que la violación de los derechos de autor es algo indudablemente reprochable. Pero, interesantemente, uno de mis amigos me comentó que él, por el contrario, considera que Google ha hecho un “gran trabajo” poniendo a disponibilidad del público las obras gratuitamente. ¿De dónde salen ese tipo de opiniones? Si se piensa un poco más sobre el tema, no es difícil de adivinar. Al igual que la mayoría de la gente que compra discos baratos cree que los vendedores ilegales de hacen un “gran trabajo”, diferentes intereses han derivado en diferentes puntos de vista sobre lo que es bueno y lo que no.
Pero los países occidentales, que han reivindicado siempre la necesidad de proteger los derechos de propiedad intelectual, no pueden sentarse tranquilamente y ver sin preocupación este tipo de comportamiento. Sabiendo que Google acaba de disculparse por su “maldad” al haber infringido los derechos de autor de los autores chinos, ¿pueden seguir dando por hecho que Google es un modelo de bondad según reza su lema? Quizá este el motivo por el cual los medios occidentales no han mencionado a sus lectores acerca de la disculpa de Google a los escritores chinos, ni de sus problemas legales en China.
Los supuestos ciber ataques a los activistas de derechos humanos
Sobre las dos razones por las cuales Google ha amenazado con dejar China, en mi opinión lo que suena ridículo es que aleguen haber sido víctimas de ciber ataques. De hecho, en primer lugar, Google no tiene ninguna prueba de que los ataques tengan nada que ver con el gobierno chino, y toda la información al respecto se basa en puras especulaciones. Además, a medida que las investigaciones continúan, incluso el personal de Google y las lagunas jurídicas en Microsoft Internet Explorer han pasado a estar bajo sospecha, lo que hace parecer las arrogantes acusaciones de la empresa más pasivas si cabe.
Otro punto débil es que Google ha manifestado que los ataques se habían producido contra las cuentas de correo electrónico en Gmail de activistas de los derechos humanos, e incluso ha dicho que estos correos han estado siendo controlados de forma rutinaria a través de programas que se introdujeron clandestinamente en sus ordenadores personales.
En primer lugar, no entiendo porque en una época en que los hackers son omnipresentes los activistas pro derechos humanos iban a tener el privilegio de salvarse de esta amenaza. En segundo lugar, y lo que es más difícil de entender, ¿cómo Google puede saber qué cuentas de correo electrónico pertenecen a esos activistas? ¿Es un requisito para abrir una cuenta en Gmail especificar si uno lo es? ¿O es que Google ya conoce claramente el contenido de las cuentas abiertas por esos activistas?
Es sabido que la asistencia al gobierno estadounidense en el monitoreo de las comunicaciones a través de Internet es uno de las exigencias de la ley anti-terrorista fijada por el país tras los ataques del 11 de septiembre. Quizá, este tipo de acciones no pueden ser consideradas como “malas” por estar dirigidas contra terroristas, los cuales están clasificados como algo “malo”. Así que la vigilancia sobre este “mal” está naturalmente considerada como algo bueno. Esto es lo que yo califico de “punto de vista”.
Cuando se trata de “activistas por los derechos humanos”, ¿estas acciones deben o no aplicarse considerando si éstos son buenos o malos? Obviamente, Google sabe que “activistas por los derechos humanos” es un símbolo contra poderes en Occidente. Pero la forma en que Google ha enfatizado el término como “parte de las víctimas de los ciber ataques” ofrece mucho a la imaginación de la gente. Estas afirmaciones pondrán a Google en otra situación embarazosa, la de explicar cómo ha podido introducirse en los correos privados de sus usuarios. No sé cómo debemos juzgar el bien y el mal en esta situación.
¿Tiene la intención Google de abandonar realmente China?
El desafío lanzado por Google a los censores de Internet en China tiene, evidentemente, implicaciones políticas. Muchos internautas chinos se preguntan porqué la compañía no lo hizo cuando entró hace unos años en el mercado chino y los controles sobre Internet eran más estrictos que ahora. ¿Y por qué no desafió Google a los censores cuando los internautas chinos se quejaron por la introducción del filtro Green Dam el pasado año? ¿Por qué ahora?
Es evidentemente difícil para Google responder a por qué se ha enfrentado con la censura china precisamente ahora y hasta el punto de amenazar con abandonar el mercado chino, especialmente después de haberse reunido recientemente con importantes cargos del gobierno estadounidense en Washington.
Si examinamos cuidadosamente el anuncio realizado por Google el pasado 13 de enero, este no decía en ninguna parte que la compañía no fuera a cooperar en todo con el gobierno chino. De hecho, el responsable de la compañía dijo más tarde que Google continúa negociando con el gobierno chino, y no ha descartado la posibilidad de continuar con sus negocios en China. Simplemente, amenazando con no cooperar no estaba buscando sino posicionarse mejor para conseguir mejores acuerdos. De la misma forma en que pidiendo disculpas a los escritores chinos, Google no admitió sus responsabilidades, pero sí intentó evitar casos en los tribunales. Después de todo, Google sigue siendo una empresa ¿qué más podía hacer?
Sin embargo, la dura postura de Google contra los censores chinos ha puesto a la empresa en una situación más incómoda. Porque ¿cómo tomará ahora Google una decisión, teniendo en cuenta la presión de los medios de comunicación, los internautas y las posturas de los diferentes gobiernos? Ahora mismo, es absolutamente imposible para el gobierno chino ceder en el asunto de la censura de Internet. ¿Pretende realmente Google dejar de hacer negocios en China?
Algunos han dicho que el mercado chino supone para Google tan solo el 3 por ciento de sus ingresos, pero ¿es cierto que la importancia del mercado chino vale sólo un billón de dólares? Si Google abandona el mercado de Internet más grande del mundo, ¿no teme que Baidu consiga un servicio de búsquedas en inglés cada vez más potente y empiece a introducirse en los mercados extranjeros después de monopolizar el mercado chino? ¿Es esto realmente imposible? Después de todo, Baidu también es una empresa.