De las víctimas, cuatro eran oficiales de la fuerza de mantenimiento de la paz de China en Haití y el resto parte de un equipo enviado por el Ministerio de Seguridad Pública de China a Puerto Príncipe para sostener consultas sobre mantenimiento de la paz. Los ocho estaban reunidos con funcionarios de la ONU en las oficinas de la Misión de Estabilización de la ONU en Puerto Príncipe cuando ocurrió el desastre.