El gobierno chino ha acogido con agrado la promesa de la Comisión Europea de invertir 57 millones de euros en un proyecto conjunto de emisiones de carbono "cercanas a cero" (NZEC), mientras que la UE, por su parte, ha valorado la decisión de China de establecer objetivos nacionales cuantificados para limitar la intensidad de carbono de su economía, que al igual que otros objetivos y políticas del país asiático contribuyen a hacer frente al cambio climático.
Las medidas anunciadas son el resultado de las negociaciones entre ambas partes que tuvieron lugar ayer lunes en la XII Cumbre China-EU celebrada en la ciudad de Nanjing, y a las que asistieron el primer ministro chino, Wen Jiabao, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el presidente del Consejo Europeo y primer ministro de Suecia, Fredrik Reinfeldt.
Según la declaración conjunta que se dio a conocer ayer, ambas partes coinciden en que el cambio climático es uno de los mayores desafíos globales de nuestro tiempo, por lo que requiere de acciones urgentes de cooperación, y aseguran que trabajarán para lograr resultados "integrales, justos y ambiciosos" en la cumbre sobre cambio climático de las Naciones Unidas, que se celebrará este mes en Copenhague.
Además, China y la UE indicaron que el aumento sustancial del apoyo financiero por parte de los países desarrollados y las acciones orientadas a la promoción de la transferencia tecnológica a los países en vías de desarrollo será uno de los retos más importantes a conseguir en Copenhague. A este respecto, ambas partes concluyeron que es crucial que los países desarrollados marquen unos objetivos de reducción de sus emisiones "ambiciosos y trasparentes" y que los países en vías de desarrollo adopten medidas adecuadas a sus respectivos contextos nacionales con el apoyo de los países desarrollados en términos de financiación, tecnología y desarrollo de capacidades.
Ambas partes reconocieron la necesidad de cooperar de forma integral en este ámbito, y acordaron intensificar el diálogo político y la cooperación práctica en cuestiones como el desarrollo de energías renovables, la transferencia de tecnología respetuosa con el medio ambiente, medidas para garantizar la eficiencia energética y el desarrollo urbano sostenible, con el fin de implementar en mayor medida la Declaración Conjunta China-UE sobre Cambio Climático.
