Introducción del autor:
Nombre: Hiram Ramsés Domínguez Balcázar
Nacionalidad: México
No cabe duda que China ha sido la mas notable y antigua civilización de la zona oriental del continente asiático, a tal grado que aun hasta el día de hoy, se nota la enorme influencia cultural que ha tenido en sus vecinos: Japón, Corea y los países de Indochina. Igual que otras antiguas civilizaciones que florecieron en las tierras beneficiadas por grandes ríos, como Egipto y Mesopotamia, el desarrollo de la civilización china estuvo íntimamente vinculado a dos ríos: El Hoang-Ho y el Yang-Tse-Kiang. Dichos ríos se encargaron de alguna manera de delimitar la vida de este pueblo, aunados a lo accidentado del territorio en la zona sur, muy montañosa, y las áridas estepas de Mongolia al norte y nordeste. Ello explica porque China permaneció aislada durante siglos.
Y fue ese notable aislamiento, lo que hizo de China un gigante dormido, ciertamente una gran nación, pero estancada, a tal grado que sufrió serias humillaciones en su pasado histórico, sobre todo en el siglo XIX, con las guerras del opio en que terminaba dando concesiones al imperio británico, y sobre todo, las numerosas concesiones territoriales que daba a las grandes potencias europeas.
Al día de hoy, en los albores del siglo XXI, la situación parece haber cambiado, China se ha convertido en una nación de enorme influencia a nivel mundial, no solo entre sus vecinos, a quienes parece haberles heredado ciertos rasgos culturales, como son la escritura, que tiene cierta similitud entre ellos, sino también de carácter filosófico y religioso, en estos campos, este país parece haber invadido al mundo, ya que la religión tradicional china goza de millones de seguidores, no solo en la propia China y en Asia, sino también en el mundo occidental, incluso las ares marciales chinas, parecen haber inspirado a las de sus vecinos Japón y Corea.
Todavía recuerdo, hace algunos años cuando aun estudiaba la universidad, un tema recurrente en las pláticas con mis compañeros de clases, era precisamente China, discutíamos como este país había alcanzado niveles de crecimiento, sin precedentes, que ningún país en aquel entonces, pienso yo, esta teniendo, veíamos que China crecía a niveles de 7%, 9% y a veces hasta por arriba del 10%, y eso solo lo había logrado gracias a una planificación que venía de 20 ó 30 años atrás, una planificación muy centralizada, y es que por aquel tiempo, estaba por convertirse en miembro de la Organización Mundial de Comercio, y es que despertaba cierto temor en varios países, en especial el mío, dado, que ya de por si veíamos una invasión de productos chinos, ¿Qué pasaría ahora que se iba a convertir en un miembro con todas las obligaciones y derechos de la OMC?, ¿ Podíamos competir comercialmente contra una nación que vendía casi cualquier cosa a gran escala y a precios mas bajos?.
Pero la fuerza de China no solo radicaba en su capacidad comercial, con el enorme crecimiento que estaba registrando, era obvio que tenía que invertir en infraestructura, por lo cual debía obtener materias primas como acero y otros comodities, que solo podría obtener de otros países, hasta hace poco, vimos como una enorme demanda de materias primas por parte de China, había provocado un alza en el precio de las mismas materias primas, también debemos tomar en cuenta los millones de habitantes con cuenta, cada uno de ellos con un potencial enorme para crecer económicamente, sobre todo vemos que la clase media en China, esta creciendo y esta obteniendo mayor poder adquisitivo, con lo que cada vez mas irán demandando mas productos y servicios que seguramente tendrán que adquirirse del exterior, por lo que este país tendrá la capacidad para afectar los precios de ciertos bienes y servicios al convertirse en los mayores demandantes a nivel mundial, de hecho ya hoy vemos como la República Popular China, se ha convertido en un mercado objetivo.
China puede convertirse en un nuevo motor del comercio internacional y de la economía mundial, en los tiempos de crisis que vivimos actualmente, es necesario que el mundo tenga mas de un motor que pueda bombearle sangre a la economía mundial, y no solo uno, como lo ha sido a mi parecer, Estados Unidos, y uno de esos motores puede ser precisamente China.
Este país ha estado preparándose por más de 30 años, para entrar por la puerta grande al panorama mundial, hemos visto como en muy poco tiempo, ha estado superando en crecimiento y desarrollo a otros países, incluyendo a las economías emergentes de América Latina, y creo que en este siglo XXI, China ya ha entrado por la puerta grande de las superpotencias, y si algún acontecimiento ha marcado el comienzo de este nuevo hito histórico, eso fue en los pasado Juegos Olímpicos de Beijing 2008, en los que los chinos dieron una muestra de su capacidad, tanto técnica como humana, asi como dieron una muestra de su grandeza al mostrarle al mundo, lo que son capaces de hacer, y parte de eso fue el estadio que se construyó para albergar dicho evento, el conocido como “Nido de los Pájaros”, el cual viéndolo simbólicamente, es una muestra de la capacidad que tienen los chinos para enfrentar lo que el futuro les traiga, y creo que China le espera un futuro, como líder mundial del siglo XXI.
Después de tantos siglos de letargo, China ha logrado despertar como un gran gigante, ha logrado comprender las reglas del juego con que se mueve el mundo, y no solo eso, sino que parece ser un nuevo juez que impone reglas en le juego, han logrado proyectar su enorme capacidad económica, China ha logrado entrar al siglo XXI, como una nación moderna, vanguardista y al mismo tiempo conservando la misticidad de su cultura milenaria.
Como epílogo, para este pequeño artículo, recuerdo las palabras de Napoleón Bonaparte: “Dejen que China duerma, porque cuando despierte el mundo temblará” y hoy creo que el mundo está temblando.