El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang, ha dicho en un comunicado emitido ayer que el gobierno de China "expresa su gran malestar hacia el gobierno de Japón por permitir que Rebiya Kadeer visite Japón con la finalidad de participar en actividades separatistas contra China a pesar de las protestas reiteradas y serias de nuestro país a ese respecto".
Estos comentarios se deben a que Japón ha otorgado el visado a la separatista uigur aún después de que se hicieran públicas pruebas que la vinculan a los disturbios del 5 de julio en Xinjiang, los cuales dejaron al menos 197 muertos y 1.600 personas más heridas, y de que el gobierno chino advirtiera a su país vecino la inconveniencia de gestionar el documento.