El primer y más importante pre-requisito para el desarrollo de la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, es la unidad étnica, dijo hoy lunes el funcionario al frente del máximo órgano de asesoría política de la región.
"Hay que hacer los mayores esfuerzos para promover la unidad étnica en Xinjiang tras los disturbios del 5 de julio", dijo Ashat Kerimbay, presidente del Comité Regional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) de Xinjiang.
"El desarrollo que ha logrado Xinjiang durante los últimos 60 años ha sentado una base sólida para la unidad étnica de la región. Vamos a adherirnos al principio establecido: no se deben decir palabras ni hacer cosas que hagan daño a la unidad étnica", sostuvo.
"Debemos proteger la unidad étnica como protegemos nuestros propios ojos", añadió.
El funcionario dijo que aunque los disturbios tuvieron un impacto negativo sobre la economía regional, el gobierno local aún confía en lograr la meta establecida de lograr un crecimiento económico anual del 9 por ciento, ya que "la economía de Xinjiang va por la vía rápida, gracias a décadas de acelerado desarrollo".
Según Kerimbay, las "tres fuerzas" de extremismo, separatismo y terrorismo, tanto nacionales como internacionales, no pueden representar a ningún grupo étnico de China.
"En cambio, son el enemigo público de todos los grupos étnicos del país, porque no quieren ver la reunificación y el desarrollo de China", dijo.
El funcionario sostuvo que los disturbios del 5 de julio, que dejaron 197 muertos y más de 1.600 heridos, fueron premeditados, y reventaron la burbuja de la democracia y los derechos humanos reclamados por esas "tres fuerzas".
"Tenemos en frente una vehemente lucha a largo plazo contra las 'tres fuerzas'", dijo el funcionario, "Es vida o muerte", sentenció. Fin