Las declaraciones del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en el sentido de que los disturbios ocurridos el 5 de julio en Urumqi, capital de la región autónoma Uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, son "un tipo de genocidio", fueron calificadas como "una distorsión de los hechos" por el rotativo local China Daily hoy martes.

La descripción sobre el incidente hecha por Erdogan es "una acusación irresponsable e infundada", ya que hace caso omiso de la naturaleza del asunto, pues 137 de las 184 víctimas mortales eran chinos de la etnia han, según el periódico. Erdogan también ignoró los esfuerzos del gobierno chino para restaurar el orden en Urumqi, añade el periódico.

"Los líderes chinos son quienes menos desean ver cosas como las ocurridas en la mayor región autónoma del país. La armonía entre los diferentes grupos étnicos ha sido la máxima prioridad de los gobierno central y locales, que han realizado constantes esfuerzos durante muchos años para consolidarla", agrega.

El diario destaca, a manera de ejemplo, que la política de planificación familiar del país no se aplica a las familias de las minorías étnicas chinas, y que los estudiantes de éstas cuentan con el privilegio de recibir 20 puntos adicionales en el examen nacional de admisión universitaria.

Precisa que los esfuerzos que los gobiernos central y locales han estado haciendo para restaurar el orden y aclarar el malentendido entre las comunidades de uygur y han son los que los residentes locales de los diversos grupos étnicos desean y necesitan realmente para llevar a una vida pacífica y feliz. Fin