El presidente chino, Hu Jintao, convocó en la noche de ayer miércoles una reunión del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) para discutir asuntos relacionados con los disturbios de la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China.
En la reunión se afirmó que la estabilidad en Xinjiang constituye la "tarea más importante y urgente", según una declaración difundida hoy jueves. Durante el encuentro, las autoridades también se comprometieron a imponer un "severo castigo" a los culpables de acuerdo con las leyes del país.
Hu, secretario general del Comité Central del PCCh, acortó su viaje a Europa debido a la situación en Xinjiang, y llegó a Beijing en la tarde de ayer.
El gobierno "tomará medidas duras contra los delitos graves, incluidos asaltos, vandalismo, saqueos e incendios" para mantener la estabilidad social y salvaguardar los intereses fundamentales del pueblo de Xinjiang, según la declaración.
El Comité Permanente pidió a las autoridades pertinentes que "aíslen y tomen medidas contra la minoría delincuente" y que "unifiquen y eduquen a la inmensa mayoría".
"Los instigadores, organizadores, responsables y criminales violentos de los disturbios serán severamente castigados de acuerdo con la ley", según la declaración.
"Entretanto, aquellos que participaron en los disturbios porque fueron provocados y engañados por los separatistas deberán recibir educación".
Los actos violentos mortales ocurridos en Urumqi, capital de Xinjiang, el 5 de julio, tienen "profundos" antecedentes políticos, dice la declaración.
Se trata de un delito violento grave que fue planeado y organizado por las "tres fuerzas" del terrorismo, el separatismo y el extremismo tanto dentro como fuera del país, reza el documento, y "los disturbios se han traducido en grandes pérdidas para las personas y han dañado enormemente el orden y la estabilidad locales".
El Comité Permanente pidió a los gobiernos locales que visiten a las familias en duelo, los heridos inocentes y aquellos que sufrieron pérdidas materiales, para mostrar el apoyo y la ayuda necesarios.
Al menos 156 personas murieron y más de 1.000 resultaron heridas en los disturbios del 5 de julio. Fin