La policía en la ciudad de Kashgar, en la región autónoma uygur de Xinjiang (noroeste de China), negó hoy jueves las afirmaciones de Rebiya Kadeer, líder del separatista Congreso Mundial Uygur, acerca de que la policía había matado a más de 100 ciudadanos de etnia uygur al tratar de disolver protestas masivas en la ciudad.
En respuesta a la violencia desatada en la región el pasado domingo, Kadeer publicó un comunicado en los medios de comunicación de Estados Unidos el 8 de julio en el que afirmaba que "Kashgar ha sido la zona más afectada de las ciudades (de la región) y, según informaciones sin confirmar, más de 100 ciudadanos uygures fueron asesinados allí".
"Las tropas han entrado en Kashgar, y las fuentes en la ciudad sostienen que (las autoridades) han desplegado dos soldados chinos frente a cada vivienda donde residen habitantes uygures", dijo el comunicado.
Sin embargo, el buró de seguridad pública de Kashgar, a 1.600 kilómetros al suroeste de Urumqi, capital regional de Xinjiang, hizo llegar una declaración a Xinhua en la que negaba las acusaciones.
El documento indica que más de 200 personas intentaron concentrarse en la mezquita Id Kah, la más grande que hay en China, y generaron "disturbios" en el lugar a las 17:15 horas del lunes.
Las fuerzas locales de seguridad y efectivos de la policía armada se desplazaron a la zona con "vehículos con altavoces e instaban a la gente a dispersarse, al tiempo que les recordaban que desconocían los hechos" relativos a la violencia de los últimos días en Urumqi, añade la declaración.
"Reaccionaron de inmediato para rodear a los alborotadores y sofocar los incidentes", indica el documento.
La policía logró dispersar a los asistentes hacia las 18:00 horas sin que se registrara "ningún muerto ni herido", subrayó la policía.
Los periodistas de Xinhua pudieron comprobar que la mayoría de tiendas en Kashgar estaban cerradas el 7 de julio, pero algunos turistas extranjeros regateaban con los vendedores que habían abierto sus establecimientos. Algunos restaurantes regentados por ciudadanos uygures estaban abiertos a las 22:00, pero había poca gente por las calles a esa hora.
Durante el día de ayer, no circulaban coches militares o de antidisturbios, pero sí podían verse varios vehículos policiales por las avenidas de Kashgar que recordaban a los habitantes que ignoraran los rumores mediante mensajes transmitidos por altavoces.
En los disturbios del domingo pasado en Urumqi, al menos 156 personas murieron y 1.080 resultaron heridas, informó Li Yi, director del departamento de publicidad del comité regional de Xinjiang del Partido Comunista de China.