El consejero de Estado y ministro de Seguridad Pública de China, Meng Jianzhu, instó hoy miércoles a que no se muestre indulgencia a la hora de imponer castigos a los participantes en los disturbios del pasado domingo en Urumqi, capital de la región autónoma uygur de Xinjiang (noroeste).
Meng hizo las declaraciones al visitar a residentes locales heridos en los incidentes y a familiares de las víctimas de la violencia desatada en Urumqi, que se saldó con la muerte de 156 personas y dejó a otras 1.080 heridas.
Meng subrayó que los principales participantes deben ser castigados con la mayor severidad y aseguró que el gobierno intentará educar a quienes tomaron parte en los incidentes engañados por los secesionistas.
Por encargo del Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado (gabinete del país), Meng también visitó a los jefes de policía locales y miembros del personal de la policía armada, y transmitió sus condolencias por las víctimas.
El ministro aseguró que las pruebas han demostrado que los disturbios fueron planeados y controlados a distancia por secesionistas en el extranjero. Además, subrayó que el país se enfrenta a una importante lucha contra el separatismo para mantener la unidad nacional. Fin