"Los organizadores y participantes en las revueltas del pasado 5 de julio no representan a los musulmanes de Xinjiang y su comportamiento atroz está completamente en contra de nuestra doctrina religiosa”. Son declaraciones realizadas ayer martes en Beijing por Chen Guangyuan, uno de los principales imanes de la región autónoma china y presidente de la Asociación Islámica China (CIA) y del Instituto Islámico de China.
Los disturbios en Urumqi, que empezaron el domingo, han dejado tras de sí 156 muertos y más de mil heridos, el número más elevado de víctimas en un incidente de este tipo registradas en las últimas décadas.
Un fragmento del Al-Imran en una de las paredes de la Asociación Islámica de China en Beijing reza: "Oh, vosotros que creéis, sostened firmemente, todos juntos, la cuerda de Alá, y no os separéis y dejéis que os dividan”.
Xinjiang es el hogar de nueve millones de musulmanes, casi la mitad de toda la población musulmana del país. Según los datos de los que disponen los organismos oficiales, se calcula que se levantan allí más de 24 mil mezquitas, con cerca de 28 mil imanes.
Chen ha exhortado a todos los musulmanes de la región a no hacer caso de los rumores, no apoyar a los separatistas, y no participar en ningún tipo de actividades ilegales. Ha añadido, además, que de acuerdo con la doctrina musulmana matar a un solo inocente es lo mismo que exterminar a toda la humanidad.
El imán Chen Guangyuan, presidente de la Asociación Islámica de China, condena a los organizadores y participantes en las revueltas del pasado día 5 de julio en Urumqi.
Chen, de 77 años de edad, ha hecho un llamamiento para que todos los musulmanes de la región se esfuercen por mantener la seguridad y la estabilidad social de la misma, y ha reiterado su “más severa repulsa e indignación por las revueltas” y ha transmitido su pésame por las víctimas. Ha dicho, además, que espera “que los ánimos se calmen y que se vuelva a recuperar un ambiente pacífico lo antes posible”.
Según ha declarado Chen, "China, es un gran país y está en su propio camino hacia el desarrollo, y a algunas fuerzas hostiles del exterior esto no les agrada. Estoy aquí también para advertir a estas fuerzas que nuestro país está unido y que sus intentos de crear una división interna en China están destinados al fracaso”.
China tiene un total de diez minorías étnicas que profesan la religión musulmana, que suman en total una población de 21 millones de personas, la mayoría residentes en Xinjiang, Ningxia, Qinghai y Gansu, en el oeste del país, y en Yunnan, en el sudoeste. Algunos de ellos están diseminados también en áreas del interior del país. De entre estos diez grupos, el más numeroso es el de los Hui, seguidos en este orden por los Uigur, Kazakos, Dongxiang, Kirguises, Salar, Tajikos, Uzbecos, Bonan y Tártaros.