Varias zonas de Urumqi, capital de la región autónoma uygur de Xinjiang (noroeste de China), volvieron a sumirse en el caos hoy martes por la tarde, dos días después de los disturbios que dejaron al menos 156 muertos y 1.080 heridos en la ciudad.
Cerca de las 13:00 horas (hora local), muchas personas se estaban reuniendo o corriendo presas del pánico cerca de la Estación de Trenes del Sur de Urumqi, en las calles Changjiang y Yangzijiang y otros lugares.
Todas las tiendas al borde de las carreteras fueron cerradas y los residentes de algunas comunidades se armaron con porras de madera e hierro para defenderse.
"Ya no nos esconderemos. Si vienen (los alborotadores), contraatacaremos", dijo un hombre quien prefirió mantener el anonimato, frente al edificio de Shihezi.
Una multitud de personas corrió rápidamente al hospital popular municipal en el centro de Urumqi para refugiarse mientras que las enfermeras intentaban contactar con sus familiares por móvil para asegurarse de que estaban a salvo.
Además, algunas personas que se reunieron en la calle Hetian se defendieron lanzando piedras contra periodistas de Xinhua antes de enterarse de su identidad. Fin