Liu sólo tuvo contacto con su madre y el taxista que la llevó al Hospital de la Universidad de Peking, ninguno de los cuales ha mostrado síntomas de la enfermedad hasta el momento. El director del buró de salud pública de Beijing, Fang Laiying, agradeció a Liu por haber evitado en lo posible reunirse con otras personas y haber tenido en cuenta detalles como guardar el comprobante del taxi, la que facilitó mucho la tarea de encontrar al taxista.