El presidente chino, Hu Jintao, y el viceprimer ministro, Li Keqiang, asistieron hoy martes en el poblado de Yingxiu del distrito de Wenchuan, en la provincia de Sichuan (suroeste), a una ceremonia para conmemorar el primer aniversario del devastador terremoto que sacudió el año pasado el suroeste del país.
Después de que los guardias de honor colocaran diez canastas de flores delante de una escultura simbólica de un reloj que muestra la hora a la que se produjo el seísmo, el mandatario chino caminó y se detuvo en frente de una canasta ofrecida por el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) a todas las víctimas del seísmo.
Todos los presentes en el acto guardaron silencio en homenaje a las víctimas del temblor a las 14:28 hora local, momento en que sucedió el terremoto, un año atrás.
En su discurso, el presidente Hu expresó su pésame a las víctimas del terremoto y a los rescatistas que sacrificaron sus vidas en las labores de socorro.
Hu, vestido con un traje negro, indicó que China lanzó el proyecto de reconstrucción inmediatamente después del temblor, sobre el principio de "dar prioridad a los seres humanos y respetar la naturaleza", y afirmó que las zonas afectadas han logrado desde entonces éxitos notables en la reconstrucción de viviendas residenciales e instalaciones públicas, incluidos hospitales y escuelas, así como en la reedificación y reestructuración industriales, la protección de patrimonios históricos y culturales y la recuperación ecológica.
"La reconstrucción posterior al terremoto ha progresado de manera importante y los sobrevivientes del temblor están empezando una nueva vida", destacó el presidente chino.
El mandatario también expresó su respeto y agradecimiento a todas las personas que han participado en las labores de alivio y reconstrucción tras el terremoto, incluidos los ciudadanos civiles, soldados y la comunidad internacional.
Al final del acto, Hu caminó hacia un muro conmemorativo donde colocó una flor de crisantemo blanca.