Como en otras muchas ciudades y aldeas del Tíbet hoy, un centenar de lugareños del poblado de Garbo, a unos 20 kilómetros al este de Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet (suroeste de China), se han reunido para celebrar el primer Día de la Emancipación de los Siervos, que conmemora los 50 años transcurridos desde que el gobierno central chino abolió el sistema feudal en la región.
Garbo, que quiere decir alegría en el idioma tibetano, conmemora con júbilo y tranquilidad esta importante fecha, igual que lo han hecho los tibetanos de toda la región.
Tsamjo, de 66 años y que vivió como sierva hasta los 16, contó a Xinhua que su vida ahora es "mucho mejor que con los nobles del antiguo Tíbet". "Ahora decimos 'mi tierra, mi animal, mi casa', algo que en el pasado nunca nos hubiéramos atrevido a pensar", dijo la anciana mientras observaba la ceremonia frente al Palacio de Potala en Lhasa, transmitida en directo por el canal de televisión local.
Tsamjo comentó que su única pena ahora es su edad avanzada. "Quiero vivir muchos años más para disfrutar de esta vida", subrayó.
En la pantalla, Sonam Badro, de 68 años, dio un discurso ante los 13.280 participantes en la ceremonia de Lhasa y lo hizo en representación de más de un millón de siervos y esclavos liberados hace 50 años, tras una fallida rebelión durante la cual el XIV Dalai Lama huyó a la India.
Sonam Badro, quien tiene cinco hermanos, comentó que durante la época feudal del Tíbet "siempre pasábamos hambre. Nuestra suerte cambió el 28 de marzo de hace 50 años".
Además, destacó las enormes diferencias en las condiciones de vida en el Tíbet antiguo y el actual. A modo de ejemplo, Sonam comentó que todos los vecinos de su comunidad tienen sus propias viviendas, e incluso muchas familias han podido comprar coches. "Los ingresos anuales per cápita llegaron a los 6.800 yuanes (995 dólarse) el año pasado en nuestra comunidad", añadió.
A unos 40 kilómetros al este de Lhasa, las jóvenes bailarinas del pueblo de Zhaxigang comentan que a pesar de "no conocer mucho la historia", sienten que esta "es nuestra fiesta", contó Dekyi. La joven también declaró a Xinhua que se emociona cuando oye a los ancianos "contar los sufrimientos que tuvieron que pasar en el pasado", pero le llena de alegría pensar en la vida de la que pueden disfrutar ahora.
Por otra parte, la calle comercial Pogor de Lhasa mostraba hoy una situación de normalidad, con grupos de peregrinos dando vueltas alrededor del templo de Jokhang murmurando sutras budistas, pero con pocos viajeros, ya que la temporada alta del turismo suele empezar en junio.
En la plaza del templo de Jokhang, se ha colocado un altar de flores para dar colorido a las celebraciones del 50 aniversario de la reforma democrática y al establecimiento del primer Día de la Emancipación de los Siervos. El sol que ha brillado durante todo el día en la ciudad sagrada ha realzado la variedad de colores de la decoración floral, en forma de yak, animal típico de la región del Himalaya. Fin
(Los reporteros de Xinhua Li Jizhi, Cao Kai, Yan Yuanyuan, Tu Hongchang y Li Yue también han contribuido a la historia desde Lhasa.)