China reiteró ayer que su política hacia el Dalai Lama es consistente y clara y que la puerta para reanudar las conversaciones permanece abierta.

"En un esfuerzo por acomodar las peticiones del Dalai Lama, el gobierno central chino celebró tres rondas de conversaciones con sus enviados privados, el año pasado", dijo Qin Gang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, en una conferencia de prensa celebrada en Beijing.

"Este diálogo demostró la sinceridad y buena intención del gobierno chino. Nuestra postura se mantiene sin cambios", manifestó el portavoz.

Qin hizo estos comentarios en respuesta a una pregunta sobre la relación entre las autoridades chinas y el Dalai Lama.

"El Dalai Lama y sus enviados, sin embargo, se adhieren a las propuestas que tienen por objetivo una 'independencia' parcial o completa de la región", destacó.

El portavoz afirmó que los enviados del Dalai Lama decidieron poner fin al diálogo en noviembre pasado y que pidieron al gobierno central aceptar un "memorándum para que todos los tibetanos puedan gozar de una autonomía genuina", como prerequisito para reanudar las conversaciones.

El documento estipulaba que "el gobierno tibetano en el exilio representa a los tibetanos y sus intereses".

"El progreso de las conversaciones dependerá de si el Dalai Lama revisa y corrige sus propuestas políticas, detiene todas las actividades secesionistas y se centra en la mejora de relaciones con el gobierno central", concluyó el vocero.