En los pasados 30 años, el pueblo chino ha cambiado su forma de ver al resto del mundo, y el mundo también ha tomado una nueva perspectiva para observar a China.

El "milagro chino" es un factor decisivo detrás del hecho de que el país es sede de cada vez eventos internacionales importantes en años recientes. Al contribuir significativamente al desarrollo mundial, China también ha explorado una nueva forma de desarrollo, que subraya un desarrollo científico, pacífico y armónico. El país, junto con otras economías emergentes, desempeñará un papel de creciente importancia en el proceso de globalización.

Por lo tanto, es altamente probable que el foro de Verano de Davos en Tianjin ayude a reunir nuevas ideas sobre acciones futuras para los desafíos que enfrenta China y el mundo en general: calentamiento global, deterioro ambiental, agotamiento de recursos e inestabilidad financiera.

Como miembro responsable de la comunidad internacional, China continuará compartiendo oportunidades y enfrentando desafíos a la par de otras economías. Y tal como prometió el primer ministro chino Wen Jiabao el miércoles en la 63 Asamblea General de la ONU, China continuará su política de reforma y apertura para lograr su meta de modernización y para convertirse en un país fuerte, próspero, democrático, avanzado cultural y armónicamente.