Algunos de los asistentes a la segunda Reunión Anual de Nuevos Campeones, organizada por el Foro Económico Mundial, participan en una rueda de prensa celebrada en la municipalidad septentrional china de Tianjin, el 26 de septiembre de 2008. El encuentro, también conocido como "reunión de verano de Davos", se celebrará el 27 y el 28 de septiembre.
China, que viene de clausurar con éxito el ‘carnaval’ deportivo de verano, - los olímpicos y paralímpicos- está ahora lista para encabezar la gala económica global: la reunión de Verano de Davos 2008, a llevarse a cabo en la costeña metrólopi de Tianjin.
Con la inauguración el sábado del foro económico de dos días, que reunirá a unos mil 400 participantes de cerca de 90 países y regiones, China una vez más estará en el centro de atención de la escena internacional.
Como activo participante en el proceso de globalización, China está entrando en una nueva era de integración a la economía mundial, impulsada por su creciente influencia política, desarrollo científico y progreso social: el año 2008 marca el aniversario 30 del inicio de los procesos de reforma y apertura chinos, así como el 30 aniversario de su debut en el foro de Davos.
Desde el inicio de su reforma y apertura, China ha sido invitada a enviar delegaciones para tomar parte en las reuniones anuales del Foro Económico Mundial. Lo que ha servido a China como una perfecta plataforma para que la nación se comunique, entienda y aprenda del resto del mundo.
Gracias a las tres décadas de reforma y apertura, y con la ayuda de capital y experiencia del mundo exterior, China gradualmente se ha transformado de ser una economía planeada por el gobierno central, en una economía orientada al mercado; a la vez, se ha modernizado para pasar de una nación de bajos ingresos a un país de ingresos medios.
Los últimos 30 años han visto como China se convierte en un país cada vez más abierto y estrechamente conectado con el resto del mundo. Ser sede de la reunión de Verano de Davos en Tianjin ayudará más al país a integrarse a la economía global, lo que podría resultar en que las empresas chinas elevaran su competitividad y ganaran mayor acceso al mercado internacional.