Los disturbios en el relevo de la antorcha Olímpica añadieron argumentos a la fiebre de violencia. Cuando una chica con discapacidades físicas protegió a la antorcha de los violentos activistas Tibetanos en París, la dramática imagen la convirtió en una heroína para los chinos de la noche a la mañana. El gobierno chino y el pueblo de China se han preparado para las Olimpiadas durante siete años con trabajo, inteligencia y dedicación. El orgullo nacional es enorme, ya que China se está desarrollando a un ritmo nunca visto.
Cuando se pierde la comprensión mutua, no existe una plataforma de diálogo pacífica y útil entre China y el Oeste. Debería de haber mayores esfuerzos para tender un puente entre los dos lados en preparación para los Juegos, ya que las Olimpiadas no tratan de políticas, sino de un periodo de tiempo donde el mundo puede unirse en armonía y paz.