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La foto muestra tugurios sucios, olorosos y con aguas residuales por todas partes antes de la reforma democrática en Lhasa, Tíbet. |
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Un ex siervo de la prefectura de Xigaze del Tíbet condena el sistema de siervos, diciendo que el hijo de un señor feudal le hirió a tiro en su brazo izquierdo sólo para entretenerse. Con el brazo izquierdo herido, ese ex siervo fue expulsado de la casa y empezó a vivir de limosnas. Después de la reforma democrática, fue curada su herida. Teniendo su propia parcela de tierra, casa, ganado y aperos agrícolas, empezó a vivir tranquilamente. |
Un archivo fechado el año 1914 registra que un funcionario llamado Tsikamba obsequió su sierva y sus tres hijas al señor de la nobleza Ramba para pagar la deuda. Si las siervas se retractaban, serían castigadas. Según los registros históricos, el viejo Tibet bajo la dominación del régimen de servidumbre, los funcionarios, nobles y dueños de los monasterios del Tibet, que ocupaban apenas el 5 % de la población local, contaban con casi todas las tierras, praderas, bosques y ganados de la región. Los archivos demuestran que 900.000 del millón de la población local no tenían sus propias viviendas en 1950, en que de los 20.000 habitantes urbanos de Lhasa, más de 1.000 eran mentigos e indigentes. En el Tibet de hace más de 50 años, los siervos tibetanos vivían bajo la dominación de servidumbre más salvaje y cruel del mundo, dijo Sonantza, director de la sección de la historia adscrita al Archivo del Tibet. Los señores feudales castigaban a sus siervos arrancándoles los ojos, amputándoles las manos o pies e incluso desollándoles la piel. Los siervos calificaban las despiadas explotaciones de servicio obligatorio, gravamen e interés de deuda como tres cuchillos colgantes sobre ellos, y afirmaban que solo les tocaban huir, ser esclavos o mentigar. Los archivos son pruebas fehacientes de la crueldad del régimen de servidumbre en el viejo Tibet y su situación de los derechos humanos de aquel entonces, afirmó Sonantza.
Los ex siervos se han convertido en los dueños de su destino
El 23 de mayo de 1951, el gobierno central y el gobierno local del Tibet firmaron el Acuerdo sobre la Liberación Pacífica del Tibet con 17 artículos. En 1959, se realizó la reforma democrática en la región en que se derogó el regimen de servidumbre de integración de religión y gobierno y todas las leyes feudales incluídas la Ley número 13 y la Ley número 16, según las cuales se clasificaba a la gente en tres clases y nueve grados. En los últimos 50 años desde la reforma democrática del Tibet, el gobierno central chino ha hecho incansables esfuerzos para fomentar el derecho de los habitantes tibetanos a la autodecisión política y sus derechos al desarrollo socio-económico, al desarrollo y herencia culturales y a la libertad de creencias religiosas, dijo Ghesangyixi, tibetanólogos y director de la Casa Editora de Libros Antiguos Tiebetanos. Mediante la reforma democrática en 1959, los ex siervos tibetanos lograron a gozar de los derechos humanos. Cuentan con sus propias tierras labrantías y ganado, lo que les han imbuído el entusiasmo de trabajo nunca visto. En comparación de 1959, el número de cabezas del ganado en la región aumentó en el 77,9 % en 1965, para alcanzar los 17,01 millones de cabezas. La Región Autónoma del Tibet se fundó en 1965, lo que ha simbolizado el establecimiento del régimen político en que los habitantes tibetanos llegaron a ser los dueños de su propio destino, y que les ha permitido gozar realmente del derecho a la autonomía nacional regional concedido por la Constitución de China. En los últimos 50 años desde la liberación pacífica del Tibet, el gobierno central y el pueblo de todas las étnias del país han prestado mucha importancia y pleno apoyo al desarrollo y progreso del Tibet. El gobierno central chino ha dado continuo apoyo financiero a la región. A principios de la década 1980, se puso en prática una serie de políticas preferenciales sobre el uso de las tierras labrantías y la cría de ganados en bien de los campesinos y pastores tibetanos. Desde el comienzo de la reforma y apertura del país, el gobierno central convocó en cuatro ocasiones consecutivas las conferencias sobre la labor del Tibet para prestar enormes apoyo financiero y político a la región. Todo esto ha despertado gran entusiasmo de los habitantes tibetanos por el desarrollo de la producción.