"Para rezar con motivo de celebrar el cumpleaños de Dalai Lama, todos los miembros de la cámara baja del gabinete deben dar lectura a la sutra. Con el fin de cumplir esta ceremonia, se ordena ofrecer de inmediato los siguientes sacrificios humanos: un intestino fresco, dos cráneos, sangre fresca, y una piel corporal completa". Esta es la carta que huele a sangre, enviada a principios de la década 1950 por un departamento del ex gobierno local del Tibet a un jefe inferior. La misiva está bien conservada en el Archivo del la Región Autónoma del Tibet. Solang Wangdui, que ha realizado estudios sobre los archivos tibetanos en el mencionado organismo durante más de 30 años, dijo que los numerosos registros históricos conservados en el archivo han mostrado que antes de la liberación pacífica del Tibet, la práctica de usar órganos humanos para el sacrficio religioso era frecuente. Antes de la Reforma Democrática del Tibet en 1959, los siervos eran propiedad de los señores feudales, quienes gozaban del derecho de alquiler, conceder, apostar, hipotecar, obsequiar o vender sus siervos.
Antes de la liberación pacífica del Tibet en 1950, bajo las alas del gobierno de Dalai Lama los señores feudales gozaban del privilegio de aumentar el gravamen arbitrariamente e incluso apoderarse de la tierra de sus siervos a su antojo. En el Archivo del Tibet, hay un sinnúmero de registros de aquel entonces sobre las demandas presentadas por los siervos en defensa de sus intereses personales, que fueron rechazadas por el gobierno de Dalai Lama. Se veían por doquier de la zona siervos sin hogar ni subsistencia, quienes frecuentemente eran usados por sus dueños para el pago de deudas. Según uno de los registros del archivo, los agentes del feudo Sengong y del Luduo firmaron un acuerdo según el cual, los señores de ambos feudos cambian una sierva con sus tres hijas por el mismo número de siervos, y las primeras serían sancionadas en caso de retractarse por el caso.
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Izquierda arriba: Tazón hecho con cráneo de una persona asesinada por propietario de siervos; Centro arriba: Algunos brazos secados y ennegrecidos de asesinados; Centro abajo: Instrumentos de tortura usados por propietarios de siervos para maltratar a siervos; Izquierda abajo: Un siervo muy fatigado acostado junto con un perro; Derecha arriba: Al salir, un propietario de siervos obligaba a un siervo a llevarlo a cuestas como si éste fuera bestia; Derecha abajo: Instrumentos de tortura usados por propietarios de siervos para torturar a siervos. |
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Un siervo con ojos vaciados condena durante la reforma democrática crímenes de propietarios de siervos: El propietario puso un pesado sombrero de piedra sobre la cabeza de ese siervo y aplastó con piedra para oprimir hacia fuera las pupilas y luego las cortó. Derecha arriba: Látigo; Derecha abajo: Instrumento de estrujar los dedos. |