China planea imponer castigos severos a los individuos, empresas y hospitales involucrados en la producción, venta y uso de medicamentos falsificados, según el borrador de una interpretación judicial publicado ayer por el organismo estatal encargado de la seguridad de los medicamentos.

Quienes resulten involucrados en casos en los que el uso de medicamentos falsos cause "daños muy serios" a la salud humana, podrán enfrentarse a fuertes sanciones, cadena perpetua, e incluso pena de muerte, según el documento, que fue elaborado conjuntamente por el Tribunal Popular Supremo y la Fiscalía Popular Suprema de China.

El borrador define ese "daño muy serio" como "deformidades serias, daños corporales graves a más de tres personas, o lesiones leves a más de diez personas".

Aquellos que produzcan y vendan medicamentos que no cumplan con los requisitos de seguridad y que causen deformidades, heridas, o la muerte a quienes los consuman, podrán ser condenados a prisión perpetua, según la normativa.

Por su parte, los hospitales que concientemente adquieran, almacenen, o usen medicamentos falsificados o defectuosos, se enfrentarán procesos penales.

Asimismo, las personas que suministren materiales, capital, instalaciones, o cualquier otro tipo de asistencia a quienes produzcan, distribuyan, o vendan medicinas no calificadas, también serán objeto de acciones legales.

El borrador fue publicado en la página oficial de Internet de la Administración Estatal de Alimentos y Medicamentos (SFDA, siglas en inglés) el 26 de noviembre para que la ciudadanía manifestase sus opiniones al respecto.

La SFDA mencionó que el borrador tiene como objetivo "castigar a los criminales de acuerdo con la ley, defender la salud pública, proteger la vida del pueblo y mantener el orden en el mercado farmacéutico".

China emitió en 2001 una interpretación judicial sobre los crímenes que involucren productos falsos o defectuosos (entre ellos medicamentos, equipos médicos, alimentos, y pesticidas). El nuevo borrador se ocupa exclusivamente de los medicamentos.

El gobierno chino se ha visto bajo una gran presión para reorganizar su sistema de seguridad farmacéutica y alimentaria, tras una serie de controversias causadas por productos de baja calidad y escándalos de corrupción en los que se vieron envueltos altos funcionarios de la SFDA.

Zheng Xiaoyu, ex director de esa entidad, fue ejecutado en julio de este año, acusado de corrupción y negligencia.