En 2003, el PIB per cápita de los chinos, según el tipo de cambio del año, sobrepasó los mil dólares, lo que significó que la estructura del consumo social entró en una nueva etapa. La educación, la vivienda, el auto, el ordenador y el turismo en el extranjero figuraron como parte importante de la inversión y el consumo en la vida cotidiana. La calidad de la vida del pueblo chino está mejorando sin cesar y los chinos experimentan esenciales cambios en su vestimenta, comida, vivienda y viajes. Se prefiere la moda para el vestido, se busca la nutrición en la comida, se persigue la comodidad y espaciosidad de la vivienda, y se viaja en taxi o en autos privados.
Con el coeficiente Engel (el porcentaje del gasto de la alimentación sobre el total de los gastos), podría entenderse mejor este cambio. Conforme a las estadísticas de la Administración Estatal de Estadísticas, el coeficiente de los habitantes urbanos bajó de 39,4 por ciento en 2000 a 36,7 por ciento en 2005, porcentaje último que se acerca gradualmente al 30 por ciento de nivel promedio de los países desarrollados; el coeficiente de los habitantes rurales, descendió de 49,1 por ciento al 45,5 por ciento.
Asimismo, han mejorado mucho las condiciones de la vivienda, el transporte y las telecomunicaciones. La cantidad de artículos duraderos, como los electrodomésticos, de una calidad notablemente elevada, se ha incrementado. Los televisores de pantalla grande y alta definición, los frigoríficos de gran capacidad y varias puertas y las lavadoras automáticas de tambor rotatorio, digitalizadas y poco ruido, tipo fuzzy, se han convertido en la elección prioritaria de los residentes urbanos a la hora de renovar sus electrodomésticos. Al mismo tiempo, los aparatos de aire acondicionado, los de entretenimiento doméstico, los calentadores de agua, los autos, los aparatos de vídeo, los ordenadores, los aparatos para la práctica de ejercicios físicos y los muebles de mediana y alta calidad son objeto de gran demanda por parte de los consumidores. En 2005, los gastos por concepto de compra de automóviles crecieron un 21,4 por ciento; la proporción de los autos comprados por particulares superó el 60 por ciento y, en ciertas grandes ciudades, incluso el 80 por ciento. Por su parte, los de la vivienda, igualmente, registraron un alza constante, pues el crecimiento en esa área fue de más del 30 por ciento en 2005. La superficie habitacional per cápita alcanzó los 26 metros cuadrados en las ciudades y cerca de 30 metros cuadrados en las zonas rurales.
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