Luego de ingresar a la OMC a finales de 2001, China abrió de manera general todos los servicios en divisas en su sector bancario. Hoy día, ya son 25 las ciudades donde se ha abierto el servicio bancario en renminbi, servicio que ya no sólo cubre a las empresas de capital extranjero, a los ciudadanos extranjeros y los compatriotas de Hong Kong, Macao y Taiwán, sino también a las empresas de capital nacional. En 2005, se siguió profundizando la reforma estructural del sector financiero, permitiendo la posesión de acciones de capital extranjero en ciertos bancos comerciales estatales y la mercantilización de los beneficios, lo que implicó un impulso a los esfuerzos por conectarse con el internacional.
Para finales de 2005, 173 bancos de más de 40 países y regiones del mundo establecieron 249 oficinas representativas y 226 organismos de negocio. La Comisión de Supervisión y Administración de la Banca de China abrió, además, a los bancos de capital extranjero, servicios tales como la tutela de QFII, la agencia de seguros, la tutela de utilización de las divisas de seguros en el extranjero y la tutela de acciones y propiedades de las compaĖías de seguros.
Al mismo tiempo, los diversos bancos comerciales chinos también han establecido sucursales en el exterior para prestar servicios de crédito internacional. El Banco de China es el que más filiales tiene en el exterior. En 1980, China recuperó su calidad de miembro del Banco Mundial y regresó al Fondo Monetario Internacional. En 1984, estableció relaciones profesionales con el Bank for International Settlements; en 1985 se incorporó oficialmente al Banco de Desarrollo de África y en 1986 se convirtió en miembro oficial del Banco de Desarrollo de Asia.
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