El Tíbet continuará fortaleciendo la legislación y la aplicación de la ley para hacer frente al secesionismo y garantizar la seguridad nacional y la estabilidad regional, afirmó hoy Legqog, director del Comité Permanente de la Asamblea Popular (órgano legislativo) de esta región autónoma del suroeste de China.
Ante los "incesantes" sabotajes, el Tíbet "se encuentra en la primera línea del combate contra el secesionismo", mientras que el desarrollo y la estabilidad "siempre han sido asuntos prioritarios para la región", señaló Legqog.
"La estabilidad constituye la condición previa para el desarrollo tibetano", subrayó el alto legislador, quien tomó como ejemplo que "no se pueden emprender construcciones en medio de un terremoto, ni perseguir el desarrollo con una situación inestable", en la sesión anual de la XI Asamblea Popular Nacional, máximo órgano legislativo del país.
Desde que se fugó en 1959, el Dalai Lama ha propagado por todo el mundo el llamado "asunto del Tíbet", y nunca ha abandonado sus actividades encaminadas a dividir la patria y minar la unidad étnica de la región, indicó el legislador.
La lucha contra el separatismo en el Tíbet supone un esfuerzo "a largo plazo, intensivo y complicado", por lo que la asamblea popular tibetana ha introducido una serie de leyes, reglas y resoluciones para ayudar a la región a hacer frente a las actividades secesionistas, de acuerdo con Legqog.
Las resoluciones y decisiones adoptadas por el órgano legislativo regional desempeñaron un papel importante en la lucha contra el secesionismo y el mantenimiento de la estabilidad en el Tíbet, indicó el funcionario.
Tras los disturbios del 14 de marzo del año pasado en la capital regional, Lhasa, en los que murieron 18 civiles y un policía, el comité permanente de la asamblea popular regional estableció una resolución para denunciar los delitos violentos cometidos contra el pueblo y sus propiedades en los incidentes, informó.
Los legisladores tibetanos aprobaron en enero de este año una moción para declarar el 28 de marzo como el "Día de la Emancipación de los Siervos" por ser la fecha en la cual un millón de siervos tibetanos lograron la libertad hace cinco décadas.
El establecimiento del Día de la Emancipación de los Siervos supone "un importante paso adelante" en la lucha contra la camarilla del Dalai Lama, además de "recordar a la nueva generación el amargo pasado para que aprecien así el desarrollo, los cambios y la nueva vida de ahora", afirmó Legqog.
El alto legislador también aseguró que la asamblea popular regional y su comité permanente utilizarán sus poderes en materia de legislación, supervisión y diseño de políticas para salvaguardar la unión de la patria y reforzar la unidad étnica.