La ciudad de Lhasa se encuentra en condición estable y el estado de las tropas locales es de normalidad, dijo hoy martes Qiangba Puncog, presidente del gobierno de la región autónoma del Tíbet, ubicada en el suroccidente de China.
"A través de una llamada telefónica que recibí al mediodía fui informado de que toda la ciudad está en condición estable y las tropas se encuentran en un estado de normalidad como siempre", dijo el funcionario en la capital china, Beijing, tras una reunión plenaria de la XI Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo del país.
Qiangba Puncog dijo a Xinhua que está absolutamente de acuerdo con el comentario realizado ayer lunes por del presidente chino, Hu Jintao, quien pidió una "Gran Muralla de estabilidad en el Tíbet".
"Es una consideración buena y de largo plazo", dijo.
El 10 de marzo de 1959 la clase gobernante en el Tíbet organizó una rebelión armada en un intento de mantener el viejo sistema de servidumbre feudal. El levantamiento fue frustrado con rapidez por el Ejército Popular de Liberación de China, y el gobierno central decidió entonces iniciar una reforma democrática que puso fin al régimen teocrático y la servidumbre.
Qiangba Puncog dijo que el Dalai Lama y su camarilla de secesionistas han tratado de desacreditar de forma continuada al gobierno central durante los últimos 50 años, pero el tiempo y los hechos demostrarán que lo que dicen son sólo mentiras.
"Siempre defienden la falsedad de que más de un millón de tibetanos han sido asesinados en las últimas cinco décadas, pero la verdad es que la población de la región aumentó desde 1,2 millones en 1959 a 2,87 millones el año pasado", comentó el presidente regional. También añadió que los tibetanos y las personas de otras minorías étnicas representan más del 95 por ciento de la población de la región en la actualidad.
"La mentira sobre el llamado 'genocidio' en el Tíbet se ha convertido en una mercancía para ellos con el fin de engañar al mundo", dijo Qiangba Puncog.