Un asesor político chino dijo hoy martes que no se han añadido fuerzas de seguridad en el Tíbet para esta jornada, el 10 de marzo.
"Que yo sepa, todo funciona con normalidad en el Tíbet y no ha habido un incremento de las fuerzas de seguridad en la región", declaró el presidente de la delegación de la Asociación Budista de China en la región autónoma del Tíbet, Chubakang Tubdain Kaizhub, en el marco de la sesión anual del máximo órgano asesor político del país asiático .
Este buda viviente, también miembro del Comité Permanente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), aseguró que no es necesario aumentar fuerzas de seguridad porque "los tibetanos disfrutan de una vida estable y pacífica".
Por este motivo, dijo el asesor, "un puñado de reaccionarios y secesionistas ha perdido su fundación social y han quedado aislados".
"Los ciudadanos tibetanos apoyan firmamente la dirección del Partido Comunista de China y el sistema socialista", recalcó el buda viviente.
El 23 de mayo de 1951 se firmó el "Acuerdo entre el Gobierno Popular Central y el Gobierno Local del Tíbet sobre las Medidas de Liberación Pacífica del Tíbet".
En un intento de perpetuar el antiguo sistema social, el estrato gobernante superior del Tíbet, que representaba los intereses de los nobles y monjes de alto nivel, abandonó ese acuerdo y lanzó una rebelión armada contra el gobierno central el 10 de marzo de 1959 con la asistencia de algunas fuerzas occidentales. El Ejército Popular de Liberación de China la frustró con rapidez.
Después, el gobierno chino inició una reforma democrática en el Tíbet para derrocar el sistema de servidumbre feudal y liberar a los cerca de un millón de siervos y esclavos.