La situación social y económica en Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet, en el suroeste de China, ha mejorado considerablemente desde los disturbios del año pasado, anunció hoy viernes el alcalde de la ciudad, Doje Cezhug.
Lhasa está en la actualidad disfrutando de una estabilidad social y económica cada vez más sólida, dijo Doje Cezhug a Xinhua al margen de la sesión anual de la XI Asamblea Popular Nacional (APN, parlamento) de China, que comenzó ayer en Beijing.
No obstante, su economía local, basada principalmente en el turismo, resultó "gravemente afectada" por los disturbios de marzo del año pasado, puntualizó Doje Cezhug, también diputado a la APN.
La capital tibetana recibió a 1,35 millones de turistas en 2008, la mitad que en 2007, y los ingresos por turismo cayeron un 58,66 por ciento hasta 1.170 millones de yuanes (unos 172 millones de dólares).
"También tuvimos que enfrentarnos a otros problemas, como la interrupción de la producción de las fábricas y la pérdida y contracción de la inversión debido al pánico de los inversores tras los disturbios", explicó el alcalde.
Los incidentes de marzo 2008 conllevaron la muerte de por lo menos 18 civiles y un policía, así como el saqueo e incendio de numerosos comercios y hogares.
Doje Cezhug reveló que la ciudad ha tomado una serie de medidas para restaurar el orden económico y social, incluido el refuerzo de la seguridad pública y la promoción del turismo a través de recortes de los tipos de interés y políticas de reducción de impuestos.
El alcalde se mostró optimista sobre el desarrollo económico de la ciudad este año, pese a que los disturbios y la desaceleración económica global han tenido efectos negativos a nivel local.
Gracias a su particular posición geográfica y la estructura industrial del Tíbet, el crecimiento económico en general de Lhasa demuestra una tendencia favorable, aunque el impacto de la crisis financiera haya afectado en gran medida al resto del país, dijo Doje Cezhug.
No obstante, admitió que la turbulencia financiera global contribuyó al desplome de seis puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB) de la ciudad en 2008, en comparación con el año anterior.
"Este año, nos esforzaremos por garantizar el crecimiento económico, el bienestar de la gente, así como la estabilidad social", manifestó el alcalde, agregando que confía en obtener un crecimiento económico del 13 por ciento en 2009.