China respondió con rapidez a la crisis financiera global y relajó su política monetaria, lo que ya ha empezado a dar resultados, informó hoy viernes en Beijing el gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan.
China pasó de la estricta política monetaria aplicada a principios de 2008 a una "moderadamente relajada" en la segunda mitad del mismo año, momento en que la desaceleración económica internacional se extendió, dijo Zhou en una conferencia de prensa paralela a la segunda sesión de la XI Asamblea Popular Nacional (APN), máxima legislatura del país.
"Debemos actuar de forma más rápida y tomar medidas más fuertes para reforzar la confianza del público y estimular la rápida recuperación de la economía en medio de la crisis", señaló el gobernador del banco central.
"Hemos aprendido de algunos países que una vez esa confianza cae en picado, y se necesita un tiempo relativamente largo para recuperarla", explicó Zhou Xiaochuan.
Sin embargo, el gobernador reconoció que este tipo de política podría conducir a un crecimiento acelerado del total del suministro monetario y los préstamos.
El aumento de los nuevos préstamos en enero de este año fue "inesperado", aseguró Zhou, quien añadió que este incremento se podría mantener en unos parámetros "razonables" aplicando un "ajuste moderado" en el futuro.
El Banco Industrial y Comercial de China, el mayor prestador del país, ofreció préstamos por valor de 117.100 millones de yuanes (17.000 millones de dólares) el pasado mes de febrero, lo que representa el 22 por ciento del volumen total de 2008.
Por otra parte, los préstamos otorgados por el Banco de China sin reembolsar alcanzaron un valor de cerca de 1,6 billones de yuanes (235.300 millones de dólares) a finales del pasado més de enero, con un incremento de 87.290 millones de yuanes desde principios de año.
Los nuevos préstamos se concedieron principalmente a las industrias apoyadas por el gobierno, entre las que figuran las dedicadas a la construcción de infraestructuras, la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto del 12 de mayo del año pasado, las fusiones y adquisiciones y la innovación tecnológica.