China anunció hoy jueves un presupuesto con un déficit fiscal para 2009 de 950.000 millones de yuanes (139.000 millones de dólares), que es el más alto de lás últimas seis décadas y permitirá llevar a la práctica el estímulo al consumo promovido por el gobierno para amortiguar el impacto de la crisis financiera global.
El déficit total representa menos del 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de China, según un informe de trabajo gubernamental presentado por el premier chino, Wen Jiabao, en la segunda sesión de la XI Asamblea Popular Nacional (APN, parlamento chino) inaugurada hoy en Beijing.
A pesar del incremento del déficit, las constantes reducciones del déficit en los últimos años harán posible la emisión de más bonos en 2009, según el informe.
"La proporción del balance acumulado de bonos gubernamentales pendientes respecto al PIB, que es de alrededor del 20 por ciento, está dentro del rango aceptable de lo que nuestro poderío nacional integral puede asumir y es, por lo tanto, segura", añadió Wen en el informe.
China fijó el déficit del gobierno central de este año en 750.000 millones de yuanes, 570.000 millones más que el año pasado, dijo.
Además, el Consejo de Estado, gabinete chino, permitirá a los gobiernos locales emitir bonos gubernamentales por valor de 200.000 millones de yuanes a través del Ministerio de Hacienda, los cuales entrarán en los presupuestos provinciales, indicó Wen.
El aumento del déficit forma parte de la política fiscal proactiva de China, adoptada en noviembre del año pasado para responder a la ralentización económica y la disminución del empleo bajo la presión de la inestabilidad financiera mundial.
"Incrementaremos de manera significativa la inversión gubernamental", dijo el premier. "Esta es la vía más activa, directa y eficiente para estimular la demanda interna", precisó.
Una implementación completa de la reforma del Impuesto sobre el Valor Añadio (IVA) reducirá las cargas sobre las empresas e individuos en un valor aproximado de 500.000 millones de yuanes este año, según indican los cálculos preliminares, destacó.
Se pondrán en marcha una serie de medidas como las reducciones de impuestos, la devolución de impuestos a las exportaciones y exenciones de los mismos para estimular la inversión de las empresas y el consumo, además de impulsar la microeconomía.
Además, se anularán o suspenderán un total de 100 gravámenes administrativos este año, según el premier.
También subrayó que el gobierno, al tiempo que seguirá aumentando la inversión en áreas clave, "controlará estrictamente los gastos regulares y hará todo lo posible por reducir los costes administrativos".