y se logró entrar con buen pie en la construcción de un nuevo agro socialista. En 2006, este apoyo se definió por su gran intensidad, políticas realistas, múltiples medidas y nuevos mecanismos, lo cual ha permitido que la luz de la hacienda pública alumbre cada vez más sobre las zonas rurales. Para dicho apoyo, la hacienda central asignó en 2006, en diversos gastos, un total de 339.700 millones de yuanes (excluyendo los 12.000 millones de subsidio directo integral a los cultivadores de cereales procedentes del cobro del recargo especial sobre ventas de petróleo), 42.200 millones o un 14,2% más que el año anterior. Primero, abolición completa del impuesto agrícola. Junto con esto, se anularon los impuestos sobre los productos agrícolas especiales y se elaboró y se puso en práctica el Reglamento Provisional del Impuesto sobre la Hoja del Tabaco; esto marca un cambio radical en la tradicional relación de distribución de ingresos entre el Estado y el campesinado, favorece la reducción de las cargas de éste, el aumento de sus ingresos y el recobro de sus fuerzas y propicia el desarrollo de la agricultura a largo plazo. La hacienda central y las territoriales programaron, como transferencia de pagos, 78.200 millones y 25.000 millones de yuanes, respectivamente. En comparación con 1999, año anterior a la reforma, las cargas de los campesinos se redujeron en unos 125.000 millones de yuanes, o sea, 140 yuanes per cápita, mientras las de los trabajadores de las granjas se recortaron en mayor medida. En las zonas rurales, la reforma tributaria y tarifaria pasó a una nueva etapa de la reforma integral. Segundo, intensificación de la aplicación de la política de subsidio. La hacienda central aumentó los fondos de subsidio en 12.000 millones de yuanes para efectuar oportunamente subsidios directos integrales a los cultivadores de cereales por el incremento de sus gastos debido al alza de precios de los medios de producción agrícola, de lo cual 728 millones de personas recibieron beneficio directo; además, asignó 8.590 millones de yuanes como fondos de subsidio a la pesca y otros sectores conforme a los ajustes de los precios del petróleo. Los fondos de subsidio directo a la producción cerealera en todo el país sumaron 14.200 millones de yuanes, 1.000 millones más que en 2005; de ellos, 12.680 millones corresponden a las 13 principales provincias y regiones autónomas productoras de cereales, lo que les supone más del 50% de sus fondos de riesgo para la producción cerealera. La hacienda central asignó 4.150 millones de yuanes como subsidios al cultivo de variedades mejoradas y 600 millones a la adquisición de máquinas y aperos agrícolas, o sea, un aumento del 100% en relación con 2005 en este último concepto. Se completó la política de fijación de precios mínimos de adquisición de cereales, asignando oportunamente 5.900 millones de yuanes para tal efecto. Se divulgó en todo el país el uso de la tarjeta o libreta única para la transferencia