cortes al suministro y las restricciones al consumo en la red eléctrica del Estado se han reducido un 97% respecto al anterior año, y las pérdidas eléctricas en la misma, un 82%; y se ha dado una garantía apropiada al transporte de materias clave como los cereales y los fertilizantes químicos.

2. El sólido impulso a la construcción de un nuevo agro socialista.

La política de beneficio al campesinado se ha perfeccionado en mayor grado. Se han abolido a escala nacional los impuestos sobre la agricultura y los productos especiales de esta actividad, lo cual, sumado a gravámenes y tasas ya suprimidos en relación con la misma, como los impuestos sobre el sacrificio de ganado y la ganadería, implica un alivio de las cargas del campesinado por valor de 125.000 millones de yuanes anuales. Se concedieron a los cultivadores de cereales diversos subsidios, entre los directos, los destinados al uso de variedades mejoradas y a la adquisición de máquinas y aperos agrícolas y los directos integrales para los medios de producción agrícola, por un total del año superior a los 30.000 millones de yuanes, y se incrementó la transferencia de pagos a los distritos con dificultades financieras y a los cerealícolas principales, asignándoles 23.500 millones de yuanes en concepto de recompensa y subvención. La cobertura de los precios mínimos para la adquisición estatal de cereales se ha extendido del arroz al trigo. Se han elevado considerablemente las tasas de compensación por tierras de cultivo expropiadas para la ejecución de obras hidráulicas e hidroeléctricas medianas y grandes.

La inversión en apoyo a la agricultura sigue en ascenso. La hacienda central gastó para la agricultura, el campo y el campesinado un total de 339.700 millones de yuanes, 42.200 millones más que el año anterior, sin contar los 12.000 millones asignados como subsidios directos integrales a los cultivadores de cereales con fondos procedentes de los ingresos especiales del petróleo. Son mejores, en consecuencia, las condiciones de producción y de vida en las zonas rurales. Para la ejecución del programa de seguridad en el agua potable en estas zonas, las autoridades centrales han invertido 6.000 millones de yuanes, el triple del ejercicio precedente, y las territoriales, aproximadamente 6.900 millones, lo que beneficia a 28.970.000 campesinos. En cuanto al desarrollo del gas metano en el campo, la instancia central colocó 2.500 millones de yuanes, un 150% más que el año anterior, y las territoriales han gastado 1.560 millones, lo que ha permitido aumentar el número de usuarios de este combustible en 4,5 millones. Con respecto al proyecto de transformación de carreteras rurales, las autoridades centrales asignaron 19.000 millones de yuanes y las territoriales invirtieron 24.000 millones, con lo cual se han reconstruido o ampliado un total de 120.000 kilómetros de vías asfaltadas o de cemento para conectar con cantones y aldeas.