Figura 1. Incrementos del producto interno bruto
La rentabilidad económica es relativamente buena. Los ingresos fiscales de todo el país han sumado 3 billones 930.000 millones de yuanes, es decir, un incremento del 24,3%, y las ganancias devengadas por las empresas industriales de escala superior a la requerida han totalizado 1 billón 878.400 millones de yuanes, un aumento del 31%. El consumo de energía por unidad de producto interno bruto ha disminuido un 1,23%, la primera reducción desde 2003, y el consumo de agua por unidad de valor agregado de la industria ha descendido un 9%.
En cierta medida se han moderado algunas contradicciones y cuestiones relevantes en la marcha de la economía. El aumento de la inversión se ha amortiguado en determinado margen, dado que la realizada en activos fijos por toda la sociedad durante el ejercicio transcurrido sólo ha subido un 24%, 5,8 puntos porcentuales menos que en su primer semestre y 2 menos que el año anterior. El crecimiento monetario y crediticio tiende a atenuarse, puesto que la provisión de dinero en sentido amplio (M2) a finales de este último ejercicio ha aumentado un 16,9% sobre el mismo periodo precedente, es decir, 2,1 puntos porcentuales menos que al término de mayo y 0,6 menos que a fines del año anterior. La insuficiente oferta de carbón, electricidad y transporte ha mejorado notablemente: la reserva de carbón a disposición directa de las centrales eléctricas a finales del año pasado era de 24.110.000 toneladas, en un nivel normal; la capacidad instalada de generación eléctrica ha aumentado 100 millones de kilovatios y la producción anual de electricidad ha alcanzado 2 billones 834.400 millones de kilovatios/hora, un 13,4% más, al tiempo que los
|