agricultura. En 162 distritos del país se ha desplegado el ensayo de coordinación de los fondos de apoyo a la agricultura, con vistas a elevar los resultados dimensionales de la utilización de los fondos fiscales correspondientes. En esta línea, se ha hecho una exploración activa de la implantación de un mecanismo de inversión no pública subvencionada por el Estado, con el objetivo de poner en juego el entusiasmo de los campesinos por invertir. Y se ha apoyado con energía el fomento del sistema financiero rural. En 2006, en las regiones de ensayo la hacienda central asignó a las cooperativas de crédito rurales 2.931 millones de yuanes como subsidio a los intereses de depósitos de ahorro en régimen de indexación, y prorrogó tres años más la aplicación de la política de exención total o parcial del impuesto sobre la renta, ayudando de esta manera a las referidas cooperativas a reducir paso a paso sus cargas legadas del pasado, potenciar el ulterior vigor de su desarrollo y desplegar aún mejor su papel como fuerza dinámica en la construcción de un nuevo agro socialista. Todas estas medidas contribuyen a promover la producción agrícola, el incremento de los ingresos del campesinado y el desarrollo rural y acelerar los pasos en el desarrollo coordinado entre la ciudad y el campo.
4. Se vieron garantizados los gastos prioritarios y se aceleró el desarrollo de los diversos servicios de utilidad social. Encarnando efectivamente lo que de público caracteriza a la hacienda en su propia naturaleza y en el beneficio que otorga, los gastos del fisco se destinaron en forma prioritaria a los servicios de utilidad social, con énfasis en el fortalecimiento de los eslabones débiles del desarrollo social, para promover un desenvolvimiento socioeconómico coordinado. Primero, apoyo dinámico a la labor relativa al empleo y el reempleo y al fomento del sistema de seguridad social. En 2006, los gastos fiscales del país en el empleo y la seguridad social totalizaron 433.765 millones de yuanes, el 109,1 % de lo presupuestado, un incremento del 17,3% sobre 2005. De esta suma, los correspondientes a la hacienda central en la seguridad social fueron de 201.002 millones, un aumento del 22,9%. Sobre la base de la experiencia adquirida en las tres provincias del Nordeste, en otras ocho demarcaciones de nivel provincial se desplegó el ensayo de asegurar la transferencia íntegra de las primas de los seguros de vejez básicos de los trabajadores de las empresas a cuentas bancarias individuales. Por otra parte, se impulsó la conexión racional del sistema de garantía del nivel de vida mínimo de la población urbana a la política de empleo y reempleo. Se brindó enérgico apoyo a la implantación del sistema de auxilio y asistencia médica en las zonas rurales del Centro y el Oeste, al ensayo de ayuda médica en las ciudades localizadas en zonas con dificultades económicas, y a la labor de manutención
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