Aunque fueron presentados oficialmente en 2006, los aviones caza J-10 de China, enteramente desarrollados en el país, aún son lo suficientemente nuevos como para tomar parte hoy jueves en la parada militar en el Día Nacional.

Un avión de combate de tercera generación, el J-10, comandado por un solo piloto, cuenta con varios derechos de propiedad intelectual por su desarrollo y fabricación, especialmente gracias a su diseño aerodinámico de gran agilidad, con alas delta y un par de pequeños alerones delante de ellas.

Hasta el momento no se ha registrado ningún accidente que involucre al caza J-10 desde su debut oficial, un récord perfecto de seguridad que es el orgullo de los científicos e ingenieros chinos.

"El J-10 tiene un extraordinario sistema de control de vuelo", sostuvo Xu Yongling, uno de los pilotos de prueba que lo ensayaron antes de que se convirtiera en equipo estándar de las fuerzas aéreas nacional.

Xu añadió que cuando se celebró el desfile militar del Día Nacional de hace diez años, la nave acababa de completar su vuelo inaugural, y de hecho aún se encontraba en la fase de experimentación.

El caza J-10 y los bombardeos JH-7, también de fabricación nacional, se han convertido en los principales componentes de las fuerzas aéreas del Ejército Popular de Liberación, y han reemplazado a la segunda generación de aviones como el J-7 y el bombardero Q-5, que tomaron parte en la anterior edición del desfile militar, en 1999.