Zhang comenzó a aprender artes marciales de su padre a la edad de cuatro años. "Mi padre me enseñaba movimientos de kung-fu hasta cuando estaba en la cama", dijo Zhang.

Todos los días, la mujer se levanta a las 05:00 horas, practica movimientos de kung-fu y desayuna avena o tallarines. Además, cultiva vegetales, corta madera y cocina sus propios alimentos, pues su esposo murió hace varios años.

El kung-fu le ha ayudado a gozar de buena salud.