En 1985 alguien mostró a Jeane Briggs una fotografía de un niño de dos años tomada en un orfanato de México. Estaba ciego y lo habían golpeado tanto que tenía las piernas rotas y había sufrido daño cerebral. Tras esto se presentaron en el hospicio y de inmediato decidieron que querían adoptarlo, cosa que hicieron pocos meses después.

Aquel niño tiene ahora 31 años y vive con su familia adoptiva en Virginia Oeste. Tiene novia y, a pesar de las lesiones de su infancia, es un músico que toca el piano, la guitarra y compone su propia música. Desde su llegada a la casa los Briggs han adoptado a otros 28 niños de Rusia, Ucrania, Bulgaria y Ghana. Además, tienen también 5 hijos biológicos, lo que conforma una familia con 34 vástagos.

Cualquiera pensaría que esta cifra es más que suficiente, pero ellos se encuentran ahora mismo inmersos en el proceso de adopción de otros dos bebés de Ghana. “Jabin Kofi y John David tienen tres meses y fueron abandonados en el monte”, cuenta su futura madre adoptiva.

La historia de estos dos no dista mucho de la de Joseph Briggs, originario de Ucrania del este. Hoy tiene 24 años, y cuenta a la BBC cómo fue abandonado en un hospital nada más nacer. Y cómo fueron sus primeros años en un orfanato. "Tenía labio leporino y el paladar hendido, por lo que me trataban de manera diferente. Todos se reían de mí", cuenta. "Cada año los niños y empleados del hospicio solían ir de vacaciones al Mar Negro y a mí me mandaban al hospital".

Y la de Andrew es una historia similar. Es ciego y sufrió daño cerebral en Bulgaria, de donde lo adoptaron.