“Empecé a jugar fútbol cuando era pequeño y he sido maestro de educación física, pero dejé mi empleo por mis sueños. Muchos niños uigures tienen sueños con el fútbol, pero pocos los pueden alcanzar, ya que apenas hay oportunidades. Fue difícil acostumbrarse a la vida fuera de Xinjiang, pero, eventualmente lo superé. Extraño Xinjiang”- Arslan, de 26 años, un futbolista en Foshan, provincia de Cantón, al sur de China.