(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- Mientras caminaba por el hutong Lumicang, un sucio callejón en el distrito de Dongcheng de Beijing, Li Xin (pseudónimo) de 33 años, estaba asombrada de que tales casas desvencijadas poblaran un área tan central en Beijing.

Las paredes se estaban resquebrajando, y el suelo estaba sucio y con baches. Había una estufa de gas oxidada, así como instrumentos para cocinar al aire libre, que despedían un mal olor. Además tuvo que agacharse para esquivar la ropa interior puesta a secar y zapatos que colgaban peligrosamente en un tendedero.

Eventualmente llegó a su destino, una habitación de cinco metros cuadrados en la esquina de una pequeña casa con patio interior, después de haber doblado más de cinco veces por el estrecho callejón. La casa había sido reconstruida en numerosas ocasiones desde que fuera construida por primera vez en 1944; el edificio, de menos de 100 metros cuadrados, tenía por lo menos 20 cuartos separados, cada uno muy pequeño, desvencijado y sin ningún baño independiente o calefacción central.

En 2009, luego de casarse, Li y su esposo compraron un apartamento en la zona de Lishuiqiao, en el distrito de Changping, de 130 metros y lo decoraron. El precio fue de unos 9.000 yuanes (1.469) por metro cuadrado. Pero ahora, comprarán el cuarto de 5 metros cuadrados en el callejón por un precio de 1.35 millones de yuanes (220,390). Esto significa que están gastando 270,000 yuanes (44.078 dólares) por metro cuadrado.

“Tenemos que hacer esto por nuestro hijo” dijo Li. “Sólo con una casa registrada en este distrito de escuelas primarias, se puede mover el hukou (permiso de registro de residencia), para permitirle asistir a dicha escuela”.

Estilo de vida lamentable

La escuela primaria a la cual se refería Li es la Escuela Primaria Shijia, considerada una de las mejores diez entre 1.500 primarias de Beijing. En abril, la Comisión de Educación Municipal de Beijing emitió una regla, que señalaba que las admisiones a las primarias debían basarse enteramente en la dirección de los estudiantes y la proximidad a la institución, en vez de que algunos estudiantes puedan asistir porque sus padres trabajaran en ciertas empresas patrocinadoras o instituciones públicas afiliadas con las escuelas.

Como resultado, todas las primarias únicamente puede admitir a aquellos niños cuyos hukou estén registrados en comunidades residenciales cercanas.

“Así que mi esposo y yo vamos a comprar un pequeño cuarto en el hutong cercano y cambiar el hukou de nuestro hijo a ese lugar, para permitirle entrar a la Escuela Primaria Shijia” dijo Li. “Si mi hijo no puede asistir a una buena primaria, entonces no será capaz de entrar a una buena secundaria, ni tampoco a una buena universidad, ¡lo cual finalmente arruinará su vida!”.

Aunque el hijo de Li apenas tiene 4 años, ella está comprando la cara y desvencijada habitación en el hutong para guardarle un lugar dos años más tarde en la Escuela Primaria Shijia. “Si no la compramos ahora, será más cara, ya que más y más padres están comprando este tipo de ‘hogares para matriculación’. Entre más pronto, más barato” dijo Li. “Pero nosotros absolutamente no viviremos aquí”.

Niu Shaopei, una agente de bienes raíces que trabaja en la sucursal de Dengshikou en la Agencia de Bienes Raíces Homelink, dijo que las casas de menos o de alrededor de 10 metros cuadrados fueron creados por distribuidores privados de viviendas.

“Los distribuidores privados de viviendas han estado enfocándose en los bungalows en los viejos hutong cerca de las principales escuelas primarias” dijo Niu. “Originalmente, un siheyuan (casa con patio interior), tenía un solo certificado de propiedad, sin embargo estos distribuidores privados a menudo dividen un siheyuan en más de diez habitaciones separadas y solicitan certificados independientes de la propiedad para cada una de las secciones divididas”.

Cada una de estas diminutas propiedades tan sólo permite que una persona que tiene un hukou asista a la escuela. “De acuerdo a la política del hukou, cada propiedad de menos de 10 metros cuadrados de tamaño, sólo puede servir a un niño” dijo Chen Qianru, la colega de Niu. “Si tiene dos hijos esperando para matricularse, tendrá que comprar un bungalow más grande”.