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spanish.china.org.cn | 03. 11. 2014 | Editor: Ara | [A A A] |
(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- Xingtai, provincia de Hebei, ha sido conocida desde hace mucho tiempo como “la ciudad más sucia de China”. La ciudad, al igual que muchas otras en China, se enfocó en desarrollar la industria pesada y ahora se está asfixiando con el smog. En 2013, el gobierno provincial emitió una orden para reducir la producción de acero y limpiar el aire, sin embargo, eso causó el desempleo y dejó al gobierno de Xingtai en deuda. La ciudad necesita, pero carece, de un plan a largo plazo para limpiar completamente su aire.
“El smog ha vuelto de nuevo” dijo Li Zhong, un residente de Xingtai, provincia de Hebei, en su WeChat el 24 de octubre. Ese día, la medida de PM2.5 del índice de la calidad del aire era un peligroso 500, oficialmente “fuera de serie”. Li dijo que casi había olvidado cómo se veía un cielo azul.
Fue la tercera vez en ese mes que Xingtai tenía un día de niveles peligrosos de contaminación.
Durante mucho tiempo, Xingtai ha sido llamada “la ciudad más sucia de China”. En las últimas décadas, la ciudad ha dependido fuertemente de la quema de carbón para apoyar su masiva industria de acero y ahora está pagando el precio ambiental. Debido a su proximidad con Beijing, muchas ciudades en Hebei han empezado a intentar limpiar su smog mediante el cierre de fábricas.
Sin embargo, cerrar las fábricas ha causado el desempleo y la reducción en impuestos pagados al gobierno local de Xingtai, que ya está en deuda. Además, los problemas de la calidad del aire no pueden ser resueltos simplemente mediante medidas a corto plazo y el gobierno no parece tener un plan a largo plazo aún.
Noches sin estrellas
Li ha vivido en Xingtai durante más de 10 años desde que se graduó de la universidad. Cuando recién llegó a la ciudad, iba en bicicleta por el Segundo anillo y veía el humo rojo flotar sobre la ciudad. Ese humo era la contaminación de las muchas fábricas de la ciudad.
Li ha tenido que lavar su auto diariamente en fechas recientes. Todos los carros, edificios y las personas de Xingtai se han vuelto grisáceos por el smog.
Chang, un trabajador retirado de la ciudad, dijo que no ha sido capaz de ver las estrellas durante mucho tiempo.
Un habitante, de apellido Su, quien vive cerca de la zona minera de Dongpang en Xingtai, dijo que no sabe si sus pulmones se han oscurecido aún; sólo sabe que hay un campo de hollín afuera de su casa y que cada vez que el viento sopla “no puede ni abrir sus ojos”.
Las “tormentas de polvo” llegan al azar, dependiendo del viento, dijo Su. Las tormentas usualmente cubren su campo de maíz entero con un polvo negro. Ha tenido que barrer su patio dos veces al día para quitar el hollín y su esposa nunca cuelga la ropa al aire libre y a veces, el agua se torna negra.
De acuerdo a un informe del Centro Mundial de la Salud en mayo respecto a la concentración promedio de PM2.5 en ciudades del mundo, Delhi fue la peor entre las analizadas, con un promedio de 153 microgramos por metro cúbico. De acuerdo al informe publicado por la ONG ambiental Greenpeace en julio, la densidad promedio de PM2.5 de enero a junio en Xiangtai fue 152.6 microgramos por metro cúbico.
La fuerte contaminación en la ciudad, la mayoría de los residentes de Xingtai no piensa que el smog sea tan malo como el clima. Sólo unas pocas personas llevan máscaras antigás en la calle, incluso en los días más contaminados. El gerente de una tienda de aparatos electrónicos dijo al diario que no muchas personas compran purificadores de aire tampoco.
Xingtai tiene una larga historia de una industria contaminante. En 1956, una oficina de planeación urbana fue establecida en Xingtai y se dijo que el desarrollo industrial de la ciudad debía enfocarse en “acero, mecánica, ingeniería química y textiles”.
Debido a que la ciudad, al igual que el resto de China, estaba apresurada por desarrollarse rápidamente, muchas empresas no tenían los papeles legítimos para operar, indicó Wang Dayong, secretario general de la Asociación de Industria Metalúrgica de Hebei.
En tanto que la ciudad se expandía rápidamente, las áreas industriales se envolvieron de viviendas. De acuerdo a los datos de la Oficina de Protección Ambiental de Xingtai, dentro de los 25 kilómetros del centro de la ciudad, hay tres plantas generadoras de poder, cuatro acereras, dos plantas de coque y más de 40 de producción de vidrio.
Medidas del gobierno
A finales de 2011, el gobierno empezó una campaña para limpiar a Xingtai, encabezada por Wang
Aimin, el entonces secretario del comité del Partido municipal.
En aquella época, los medios de la ciudad llamaron a la campaña como la “revolución ambiental”. Informes en los medios han afirmado que en unos meses, el gobierno local eliminó más de 3.2 millones de metros cuadrados y basura de un área de 300 millones de metros cuadrados.
En septiembre pasado, el gobierno provincial de Hebei emitió una orden que indicaba que para 2017, toda la producción de acero de la provincia debe ser reducido en 60 millones de toneladas y que la cantidad de carbón quemado debe reducirse a 40 millones de toneladas.
Una reunión se llevó a cabo inmediatamente, luego de que fuera anunciado el plan, durante el cual los alcaldes de todas las ciudades de Heibei, incluyendo al de Xingtai, firmaron un “contrato de responsabilidad” y se les asignó un objetivo de reducción de emisiones.
La meta de Xingtai era disminuir la cantidad de PM2.5 en su aire en 30 porciento en cinco años.
El gobierno alentó al público a que fotografiara cualquier actividad que estuviera contaminando el aire. Además envió 1.038 voluntarios a empresas para supervisar sus esfuerzos e iniciar una campaña en contra de los negocios contaminantes.
Cheng Hua perdió su fábrica debido a los intentos del gobierno por reducir la contaminación.
Cheng solía tener una pequeña planta de polvo de cal en el noroeste de Xingtai, que le daba alrededor de 1 millón de yuanes ($160,000) en ganancias al año.
La fábrica empleaba personas de las aldeas colindantes y los lugareños podían obtener mayores salarios que los que generaban con la agricultura, así que aunque el poder impregnaba el aire, incluso cuando soplaba el viento, los aldeanos no se quejaban mucho.
Una semana después de la reunión de los alcaldes, Cheng y otros dueños de pequeñas fábricas recibieron la noticia del gobierno de que debían terminar la producción.
“No hay un llamado para una mejora de las medidas… el gobierno sólo no permite operar más, porque necesita limpiar el aire” señaló.
Al mismo tiempo, se dijo otro residente de Xingtai que tenía un molino de aceite desde hace 20 años, que cerrara su negocio. El hombre indicó que ya no puede ganarse la vida.
“Cuando esté más cálido, encontraré un empleo de medio tiempo a las afueras de Xingtai. No hay nada malo con que el gobierno quiera limpiar el aire, pero deberían permitir que las personas coman” comentó.
Miles de pequeñas plantas fueron afectadas por este impulso de limpieza del aire. Los medios han informado que para el 14 de octubre, entre las plantas industriales de Xingtai, 1.813 habían satisfecho los objetivos de reducción de emisiones, 625 quebraron y 135 fueron obligadas a cerrar ya que no satisfacían los estándares para las emisiones.