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spanish.china.org.cn | 21. 07. 2014 | Editor: Eva Yu | [A A A] |
En este contexto, la bilateralidad pasa a un nuevo nivel, ahora a uno en el que las economías emergentes ofrecen nuevas oportunidades de colaboración, distintos a los marcos establecidos por las potencias desarrolladas.
El presidente Xi Jinping ha hecho énfasis en este punto al afirmar que ambos países deben aunar fuerzas para vencer las dificultades y desafíos del escenario mundial en aras del desarrollo común.
La cooperación energética “estratégica” en un contexto en el que los países del Sur trabajan para alterar pacíficamente el orden financiero y política internacional, posee un profundo significado en la meta del fortalecimiento de la voz de los estados en vías de desarrollo.
Es bajo el espíritu de cambio generado por la Sexta Cumbre de los Países BRICS y las aportaciones multimillonarias ofrecidas por China en América Latina, que urge profundizar las relaciones con los países de esta región bajo un esquema de confianza política.
Pese a que casos como Argentina revelan el interés estratégico que China otorga a sus relaciones con América Latina, el caudal del intercambio comercial, comparado con el comercio que China mantiene con otros países de Asia, es modesto y limitado.
La confianza política debe profundizarse a fin de que disputas y diferencias en terrenos políticos y comerciales encuentren una salida viable en un entorno de conversaciones amigables.
El viaje que hace el presidente Xi Jinping por Argentina y por otros estados latinoamericanos patentiza la voluntad y el interés por encontrar oportunidades que generen no sólo un beneficio compartido, sino también un nuevo orden en el que la voz de las naciones del Sur se escuche con mayor resonancia. La cooperación energética, incluida la nuclear, es un excelente inicio.