1. Nunca enojarse en público
Las demostraciones de enojo en público no son bien vistas por los chinos y les incomoda mucho lidiar con esto: especialmente si la persona que se enoja es un turista extranjero, por ejemplo. Esto acompaña a hacer que alguien (normalmente el anfitrión chino) pierda cara, lo que se debe evitar a cualquier costo. Los chinos le conceden un lugar especial a la armonía, así que los extranjeros deben morderse la lengua, ser amables y lidiar con esto en privado.
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