En cualquier día soleado (o nublado), alguien de mi estatura tendrá que esquivar el aparentemente continuo tejado de sombrillas que las mujeres emplean para protegerse del sol. Las chinas, al ser más bajas que yo, llevan sus sombrillas a la altura de mis ojos; si no soy cuidadosa, fácilmente puedo lesionarme un ojo. Diferencia cultural interesante: en Estados Unidos, el bronceado es saludable, pero en China el bronceado es una indicación del campesinado. Se espera que los hombres y mujeres refinados tengan la piel clara. Más tarde aprendí que la mayoría de las mujeres tienen dos sombrillas distintas: una para los días soleados y otro que utilizan para la lluvia. Cuando le pregunté a mi informante qué sucede cuando el día empieza soleado y se vuelve lluvioso, ¿acaso llevan dos paraguas? Ella se rió y dijo que ellas sólo emplean un paraguas; usualmente el reservado para la lluvia, de manera que el aquél para el “sol” y más adornado no se dañe con el agua.