Registro familiar

La revolución sexual no ha sido el único conductor de las pruebas avanzadas de ADN. En los últimos cinco años, la popularidad de las pruebas de paternidad ha sido impulsada por las acciones del gobierno para fortalecer la gestión de los certificados de nacimiento. Por primera vez, los seis censos nacionales hechos en 2010 especifican claramente que los niños nacidos en desacato de la política de planificación familiar --que limita a la mayoría de las parejas a concebir un solo niño--, pueden solicitar hukou, un certificado de registro familiar, pero únicamente si los padres ofrecen los resultados de un certificado de paternidad.

Las personas en las ciudades se hacen pruebas de paternidad porque han tenido hijos que contravienen la política de planificación familiar o porque han concebido hijos fuera del matrimonio. No obstante, para los trabajadores migrantes cuyos hijos no nacieron en sus lugares de origen y que por lo tanto no cuentan con un certificado de nacimiento de algún hospital, el examen es la única forma de demostrar una relación sanguínea entre los padres y los hijos. Sin ese tipo de pruebas, es prácticamente imposible conseguir un permiso que permita a los niños vivir en áreas prósperas.

Las cifras del instituto revelan que desde 2009 ha habido un enorme aumento en el número de padres que se hacen la prueba para conseguirle hukou a sus hijos. “Cerca del 70 por ciento de las pruebas de paternidad de ADN son para obtener un certificado de los vínculos padre-hijo”, dijo Deng. “Pero desafortunadamente, cerca del 1 o 2 por ciento de esos exámenes han tenido resultados inesperados o no deseados, esto es, los niños no son descendientes de los padres nominales.

Según Sun Liyang, director del Instituto de Verificación Forense de Xinjiang, más del 80 por ciento de los exámenes de paternidad conducidos por el Instituto son resultado de peticiones particulares. Cerca del 50 por ciento de los 300 exámenes realizados por el instituto el año pasado fueron motivados tanto por la intención de conseguir un hukou o por sospechas de infidelidad marital. Entre las 300 pruebas, cerca del 50 por ciento desmintió toda duda del vínculo padre-hijo. El número de peticiones ha aumentado en 50 por ciento anualmente durante los últimos tres años.

Mientras la proporción de peticiones de maridos dudosos ha disminuido, comparado con el creciente número de exámenes hecho para determinar la paternidad o para conseguir un hukou, las mujeres embarazadas han comenzado gradualmente a convertirse en una porción más redituable del negocio.

“Ellas buscan identificar al padre biológico”, dice Deng, quien agrega que ella atendió recientemente a una madre embarazada que llegó al centro acompañada de cuatro hombres, porque no sabía cuál era el padre del bebé. Deng dijo que casos como estos equivalen al 5 o 10 por ciento del total. La mayoría de las clientas están casadas y tienen un periodo de embarazo de 16 semanas. “El número aumenta por lo regular en los veranos”, añade.

El aumento en la popularidad de las pruebas de paternidad es considerado por algunos como un producto inevitable de una sociedad más abierta.

“Es entendible que las personas pierdan la confianza en la lealtad matrimonial debido a que hemos visto una cantidad de relaciones de una noche e infidelidades en el matrimonio”, comenta Little Apple en su micro blog en alusión a un informe periodístico de un hombre en la municipalidad suroccidental de Chongqing quien practicó un examen de paternidad “tradicional” en su hijo, mezclando ambas muestras de sangre en un tazón con agua.

“Chen dice que una mayor conciencia de las leyes y de la auto protección, a la que se añade una tolerancia social más amplia a las relaciones extramaritales, representa un caldo de cultivo para el aumento de las pruebas. “Pero la crisis de confianza en el matrimonio no se debe al examen, que únicamente ofrece pruebas científicas”, dice.

Algunos de los expertos atribuyen el aumento de las pruebas de ADN de paternidad a ideas tradicionales que demandan castidad y lealtad plena de las mujeres. Dadas las restricciones impuestas a las familias en la política de planificación familiar, un hijo ilegítimo puede arruinar financieramente a los padres.

“El creciente número de personas que se practican pruebas de paternidad de ADN indica que el estatus de la mujer y sus derechos en China están aún confinados a la crianza de los hijos”, dice Yang Dawen, un profesor de leyes maritales de la Universidad Renmin de China, quien es también subdirector del Centro Chino de Investigación para el Matrimonio y la Familia.

“A título personal, creo que los padres deben amar a sus hijos, aún si se demuestra que no hay lazos sanguíneos, porque el hijo ya tiene una relación emocional con la familia”, dice. “Pero si el esposo o la esposa no puede aceptar el resultado, o en algunos casos, rechaza el resultado, su decisión debe ser también respetada”’

Yang señala que el hijo puede ser emocionalmente dañado por el proceso del examen. “Debemos pensar más en el potencial que el daño causará al niño”, dice.