
(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Decía Confucio que la obediencia es lo más importante para una buena esposa. No es de extrañar entonces que el concepto de las mujeres subordinadas, amables y respetuosas predominase durante mucho tiempo en China. Pero en los últimos años resulta cada vez más común encontrar madres modernas, de carácter fuerte, con un mayor control del hogar y una economía más holgada que le asegura su plena independencia.
La obediencia al marido y la suegra, la eficiencia en las tareas domésticas y el sacrificio para con la familia fueron características fundamentales en el pasado a la hora de definir a una buena mujer y una buena esposa en el pasado. Sin embargo, el tiempo, los lazos familiares y el rol de las mujeres han experimentado una revolución.
Hoy día, muchas madres de clase media y medio alta de zonas urbanas están bien educadas, poseen un buen empleo y, a menudo, gozan de total independencia desde el punto de vista financiero. Las chicas nacidas en la década de 1980 (la generación post-80) son generalmente más progresistas y de mente más abierta, creen firmemente que tienen una identidad aparte de su familia y el derecho a conseguir sus intereses personales y ser felices.
Estas mujeres trabajan, hacen compras con sus amigos, asisten a clases de yoga y persiguen distintos intereses. Consideran útil poder contar con su madre, suegra o niñera para cuidar a los niños y ayudar en las tareas domésticas. Y, por supuesto, una buena madre de Shanghai siempre controla a toda la familia.
A estas mujeres que logran compatibilizar el trabajo y la familia y todavía tienen tiempo para divertirse se les conoce hoy en día como “la ma”. En chino “la” significa caliente o picante en cuanto a comida, y atractiva desde el punto de vista personal (esa china es realmente la, dicen los chinos); pero también transmite la sensación de espíritu fuerte, entusiasmo y brío.
Por supuesto, ser una madre de estas características y eje de la familia puede ser difícil y requerir de algunas habilidades personales para hacer algunos malabares.
En reconocimiento a sus cualidades se celebra la competencia “Shanghai Spicy Mom” o “Spicy Mommie”, patrocinada por Radio Oriental de China (ROC), un evento que, desde que fue convocado, en octubre pasado, ha atraído a más de 900 madres de entre 25 a 70 años residentes en distintas ciudades. De ese total, solo diez llegaron a la final del 18 de diciembre. La ganadora se convertirá en embajadora de la imagen de caridad de ROC Love y llevará ayudas a los niños necesitados de las zonas rurales.
Las concursantes deben responder diversas preguntas y demostrar cómo enfrentan o resuelven determinadas situaciones, como mantener una buena relación con su suegra, hacer malabares para conjugar con acierto trabajo y familia y educar a sus hijos. También tienen que hablar sobre las últimas tendencias de la moda, la atención a la salud familiar y la gestión de las finanzas domésticas; además de calcular aproximadamente los precios de los productos del supermercado, cantar, bailar, tocar un instrumento musical o demostrar su talento en el escenario.
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