Verde. El asombroso color que tienen playas como la Papakolea en Hawaii, se deben a la presencia de una piedra semipreciosa: el olivino, un mineral muy abundante en nuestro planeta, derivado de la erosión de rocas volcánicas.
Al pensar en una playa, nos vienen a la mente sol, mar... ¡y arena! Este interesante componente del paisaje playero no es más que material proveniente de rocas que han sido erosionadas a lo largo de millones de años por el agua, el aire, e incluso algunos seres vivos.