Morado. En las costas de California, se localiza el parque estatal Pfeiffer Big Sur, donde la arena adquiere variados colores. Uno de los más llamativos es el púrpura, que se debe a los depósitos de manganeso y granate que abundan en la región.
Al pensar en una playa, nos vienen a la mente sol, mar... ¡y arena! Este interesante componente del paisaje playero no es más que material proveniente de rocas que han sido erosionadas a lo largo de millones de años por el agua, el aire, e incluso algunos seres vivos.