La Catedral Metropolitana, como muchos de los primeros edificios de la Ciudad de México, fue construida usando material extraído de los templos prehispánicos. Tardó casi 300 años en ser terminada, y unos 20 arquitectos participaron en el proyecto.
El exterior de la Catedral de Puebla no se compara con la belleza de su interior: las pinturas, esculturas, candelabros, el altar mayor y hasta sus 3 órganos son verdaderas obras de arte. Su construcción se realizó en varias etapas y conjunta diversos estilos.