Pese a que una revisión del proceso a principios de año significa que las solicitudes de visado se rellenan a través de Internet, los viajeros todavía tienen que visitar alguno de los 12 centros británicos en el país asiático para una entrevista personal y dejar las huellas digitales, según el periódico británico.
Mientras continúa el juego del tira y afloja sobre la política británica de visado, tras el paso de los Juegos Olímpicos de Londres, el gobierno del país europeo anunció recientemente una nueva campaña de mercadeo de ocho millones de libras (12,5 millones de dólares estadounidenses) dirigida a atraer a los turistas de la parte continental de China.
Sin embargo, muchos se mantienen escépticos sobre los posibles frutos del intento británico. Como declarara la semana pasada al periódico China Daily Mary Rance, directora ejecutiva de la Asociación de Profesionales del Turismo, el ambicioso plan británico de triplicar la entrada de turistas chinos para 2015 será difícil de materializarse a menos que se trabaje en “los temas de fondo sobre la visa y el impuesto aéreo para los pasajeros”, además de flexibilizar la complejidad y la lentitud del proceso de visado. Según Rance, “(Jeremy) Hunt no esclareció cómo piensa atraer a tres veces el número de turistas chinos. Es una ambición, no una meta –que en el sector de los negocios si no cumples debes dar cuentas-. Si es una ambición, no tiene mucho sentido”.